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Cádiz

La otra cara del Carnaval

  • Voluntarios de Cruz Roja y Protección Civil velan estos días por la seguridad de los ciudadanos que disfrutan de la fiesta y los asisten en las emergencias que se producen

Mientras la ciudad vive su fiesta grande y recibe a miles de visitantes que quieren unirse a las celebraciones, una parte de los gaditanos vela por la seguridad y socorre a los que están disfrutando del Carnaval. Ellos se privan de la fiesta para cubrir su cara menos amable. Y lo hacen de manera altruista. Su recompensa es la satisfacción de ayudar a los demás. Se trata de los voluntarios de Cruz Roja y Protección Civil, que trabajan de forma conjunta en un dispositivo sanitario y de seguridad especial que el Ayuntamiento ha puesto en marcha para estos días.

Según explica Mario Tari Rodríguez, responsable del dispositivo de Cruz Roja y enfermero voluntario cuando hace falta, este dispositivo es un apoyo a la red de urgencias pública habitual y consta de un camión donde se encuentra el Centro Móvil de Coordinación (CMC) de Cruz Roja -que está instalado frente al centro de salud El Olivillo-, varias ambulancias de Cruz Roja, vehículos de Protección Civil y los voluntarios. Cada día, se monta una infraestructura de vehículos y personal según la afluencia de público prevista y los actos programados. El objetivo es dar una respuesta inmediata ante cualquier incidente en este gran evento y evitar que se colapsen las urgencias.

Los fines de semana son los días que más vehículos y personal participan, especialmente el sábado, cuando hubo hasta nueve ambulancias en la calle, con seis enfermeros y dos médicos entre todas, y un total de 60 voluntarios de Cruz Roja más 16 de Protección Civil. Estos últimos son ciudadanos de la capital gaditana, pero los de Cruz Roja vienen de toda la provincia.

"Esta es una actividad que los voluntarios esperan. Suele suceder en todos los grandes dispositivos que hacemos, que todos quieren participar", señala Mario Tari. Y es que, según afirma Alicia Sigüenza, voluntaria operadora del CMC, "esta experiencia es muy gratificante porque es algo que haces porque quieres y te satisface el poder ayudar a los demás haciendo algo que te gusta, siempre que tengas la formación y el perfil adecuado". Así, añade que "al que le gusta el tema sanitario, actúa como socorrista prestando asistencia en las ambulancias; al que le gusta el tema de la comunicación, está en el camión gestionando los avisos y la movilización de los recursos; y al que le gusta la coordinación, está en la calle coordinando los dispositivos, está en contacto con Protección Civil y también acude a los avisos como personal de apoyo". Insiste en que "todos los voluntarios tienen la formación específica que les permite hacer sus funciones con seguridad y provecho".

El pasado domingo y el lunes hubo hasta cinco ambulancias en las calles. Hoy y el viernes, seis ambulancias, dos de ellas dedicadas a la carpa, otras dos a los carruseles de coros y las restantes a lo que surja en el resto de la ciudad. La base de todas ellas siempre está en El Olivillo. El resto de la semana hubo sólo dos ambulancias para cubrir el desarrollo del día más otras dos en la carpa.

El dispositivo se activa cada jornada a partir de las ocho de la tarde, menos los fines de semana, que funciona durante todo el día.

Tanto Mario como Alicia destacan el trabajo en equipo que realizan con Protección Civil, a cuyo centro llegan todas las llamadas del 112 y el 061, y se las pasan al CMC de Cruz Roja indicando la patología y el lugar donde se encuentra la emergencia. Normalmente, ellos son los primeros que acuden al lugar del aviso y realizan la primera asistencia, ya que se encuentran patrullando por la ciudad durante los carnavales. Además, abren camino a las ambulancias de Cruz Roja y les indican el recorrido para llegar hasta la incidencia, ya que en Carnaval el acceso a determinados lugares a veces es difícil y ellos, al estar patrullando continuamente, conocen las calles que están más despejadas de personas y son más transitables.

En el CMC, donde suele haber dos o tres personas dependiendo del día, se gestiona el recurso que se necesita para cada caso y se manda la ambulancia que se precise. Una vez en el lugar del incidente, los voluntarios atienden in situ a los casos leves y trasladan a los más graves al Olivillo, que es el centro sanitario base de todas las atenciones relacionadas con el Carnaval, excepto las que necesitan tratamiento hospitalario.

Mario apunta que estos carnavales están siendo "en general, muy tranquilos". La noche del primer sábado, a pesar de la masiva afluencia de ciudadanos en las calles, "las incidencias fueron la mitad que el año pasado. No llegaron a cien". Recuerda que en 2013, el sábado hubo un momento que no daban abasto. Cuentan que la noche del miércoles hubo "un repunte" por la concentración de agrupaciones callejeras en El Pópulo. Pero en total, hasta ayer, habían realizado 135 asistencias, ninguna de ellas grave. Indican que la mayoría han sido por intoxicaciones etílicas, alguna patología cardiovascular, hipotensiones, hipoglucemias, traumatismos leves, heridas y cortes. Resaltan como "lo más aparatoso" el rescate de un joven que se cayó por los bloques del Campo del Sur la noche del primer sábado de Carnaval. En él participaron todos los cuerpos de seguridad de Cádiz. Relatan que, previendo que tuviese heridas graves, los voluntarios de Cruz Roja inmovilizaron al joven en una camilla, por lo que el rescate fue más complicado. Luego lo trasladaron al hospital.

A pesar de que las intoxicaciones etílicas no se consideran un asunto de gravedad, comentan que hay que tratarlas con cuidado porque pueden tener un fatal desenlace. Explican que por un lado está el que se emborracha de forma accidental estos días, que puede llevarle a perder la consciencia y, si se encuentra tirado en el suelo y le sobreviene un vómito, este puede irse por el conducto respiratorio, producir un encharcamiento de pulmones y acabar en una muerte por asfixia. Mientras que las personas que son alcohólicas y suelen beber más en estos días, tienen un mayor riesgo de morir por accidente (caída o atropello).

Los operadores del CMC siguen las incidencias a través de una gran pantalla que muestra en tiempo real el estado en el que se encuentran las asistencias. También tienen otra pantalla con el mapa de la ciudad. Además, el camión posee emisoras que les conectan con todos los servicios de emergencia y los cuerpos de seguridad.

El trabajo de calle de los voluntarios de Protección Civil no podemos contarlo más detalladamente, ya que el Ayuntamiento no permitió hablar con ellos.

Cabe destacar que las concentraciones humanas conllevan riesgos que no se pueden evitar. Por ello, durante la semana de Carnaval, cuando se producen grandes aglomeraciones de personas y hay más prácticas de riesgo, un número elevado de ambulancias están preparadas para asistir a una demanda que está por encima de lo convencional. Así, a mayor riesgo, se cuenta con mayores recursos. También humanos, y ahí es donde juegan un papel esencial los voluntarios.

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