En un banco de una plaza cualquiera del centro de Cádiz, María del Carmen y Manuel esperan pacientemente que pase la tarde. Sin un lugar adonde ir, solo pretenden que se acabe otro día más y sortear el frío que ha apretado en la ciudad durante esta semana. Para aliviarlo, solo quieren un café caliente. Ella lleva siete años sin un techo y él, 32.

Colchones, cartones, mantas y plásticos les sirven para salvar las inclemencias del tiempo. Aun conociendo que en la ciudad existen dos albergues para personas sin hogar, ambos prefieren seguir en la calle. "¿Para qué si a los tres días me tengo que ir?", se pregunta María del Carmen.

Acostumbrados a la dureza de no tener una casa donde cobijarse, explica María del Carmen que "en el albergue se está bien, los tres días se pasan más agradables, pero después se pasa más frío al salir a la calle". Y es que el cuerpo se habitúa a las condiciones que tiene que soportar. "Se pasa mal por la noche, pero como ya estás acostumbrada al día a día, el cuerpo se hace y se pasa mejor", añade.

Que prefieran seguir en la calle antes que descansar algunas noches en un centro de acogida no significa que quieran vivir en la calle, sino todo lo contrario. "Si abandonamos este sitio unos días podrían venir otras personas. Y luego, ¿adónde vamos?", señala Manuel.

Los dos se muestran agradecidos por la labor que realizan diferentes entidades sociales que les ayudan con comida, ropa y mantas, pero no se olvidan de que necesitan una solución para salir de la calle. "Seguimos buscando poder tener una vivienda digna, ya que hay miles de pisos vacíos", denuncia Manuel.

Historias como las de María del Carmen y Manuel son cada vez más visibles en las calles, acrecentadas por la crisis. Aunque no hay cifras cerradas de las personas que viven en la calle y no tienen un hogar, en los meses de frío es más constatable esta realidad.

Cádiz cuenta con dos albergues para transeúntes: el Centro de Acogida Municipal -en la plaza de José Macías Retes- y el albergue de Caballeros Hospitalarios -en la calle Benjumeda-. Los dos se encuentran actualmente inmersos en plena campaña del frío durante el otoño y el invierno, fechas en las que se refuerzan para atender la demanda de personas sin hogar en la ciudad.

Solo en el centro de titularidad del Ayuntamiento gaditano, durante el pasado enero se registraron 552 estancias de 57 personas distintas, mientras que en el mismo mes de 2014 fueron 519 estancias de 71 personas diferentes. Si nos centramos en el pasado diciembre, se registraron 654 estancias de 65 personas, a diferencia de las 569 estancias de 72 personas del anterior ejercicio.

Actualmente, el Centro de Acogida Municipal cuenta con 20 plazas fijas. A estas, se suman otras seis más durante la campaña del frío. Como dato a tener en cuenta, en los últimos días se ocuparon las seis camas extras el lunes 2 y el martes 3, mientras que el sábado 31 de enero hubo cinco personas más y el viernes 30 de enero y el domingo 1 de febrero tres transeúntes más, que se unen a las 20 estancias fijas que se ocupan diariamente.

El acceso al Centro de Acogida Municipal se puede realizar por petición propia o a propuesta de la Delegación Municipal de Asuntos Sociales u otras administraciones. Para ello, la estancia máxima es de tres días en las plazas fijas, aunque, tal como apuntaron fuentes municipales, la gran mayoría de las personas solo se queda una noche. Por su parte, las seis plazas de la campaña del frío no tienen un límite temporal. Asimismo, también se permiten largas estancias a las personas que entren a formar parte del programa conjunto que realizan el Ayuntamiento y el Centro de Día Luz y Sal para aquellos que deseen salir de la calle.

En el otro albergue de la ciudad, el de Caballeros Hospitalarios, hay 15 plazas para transeúntes, que se amplían en otras seis durante la campaña del frío. El presidente en funciones de esta orden, Manuel Navarro, explica que, a pesar de las bajas temperaturas, "ahora no estamos cubriendo todas las plazas" disponibles para el invierno, lo que no significa que en los próximos días no vaya a ocurrir. De hecho, si se completan las camas que ofrece el Centro de Acogida Municipal, las personas que solicitan cobijo son remitidas al albergue de la calle Benjumeda. Si en este último no hubiera camas, se habilitarían colchones y mantas en el dependiente del Ayuntamiento para cubrir la demanda ante las bajas temperaturas.

Como norma, se permite la estancia durante cinco días, aunque "si una persona necesita estar más tiempo, no hay problemas", afirma Navarro, recalcando que se han producido pernoctaciones de hasta de "dos meses". Así, también se permiten largas estancias a personas drogodependientes o alcohólicas que aceptan entrar en programas como el de Proyecto Hombre para recuperarse.

Desde noviembre y hasta febrero se activa la Campaña de Atención frente a Temporales, de manera que, a través de este protocolo, se atiende a los sintecho a partir del trabajo desarrollado desde la Mesa de Personas Sin Hogar, en la que están representadas el Consistorio y las entidades sociales.

Su puesta en marcha se realiza en los días en los que hay previsiones de lluvia y fuertes rachas de viento en la ciudad, algo que suele suceder durante estos meses, no quedando condicionada por la bajada de temperaturas. En el dispositivo, además de los centros de acogida, intervienen en la calle el 112, Policía Local, Cruz Roja y la Asociación Calor en la Noche.

El protocolo de actuación lo pone en marcha el Centro de Acogida Municipal, que informa a la Policía Local. Posteriormente, se traslada a las entidades que actúan en la calle y, a su vez, a todos los dispositivos colaboradores: la hermandad de Columna, la Asociación Despertares, la Unidad de Trabajo Social del hospital Puerta del Mar, el Centro de Día Luz y Sal, y los comedores Virgen Poderosa y Virgen de Valvanuz.