Cádiz

Un barrio que volvió a nacer

Una imagen del Cerro del Moro en la década de los ochenta del siglo pasado.

Una imagen del Cerro del Moro en la década de los ochenta del siglo pasado. / joaquín hernández kiki

La rehabilitación integral del Cerro del Moro, un proyecto pionero en Andalucía y que obtuvo en su momento premios nacionales, fue el mejor ejemplo de la fuerza que en la década de los noventa aún tenían las asociaciones de vecinos en Cádiz.

Enrique Blanco y Carmen Natividad, que estaban al frente de la asociación, le entregaron un amplio informe a la entonces diputada del PSOE por Cádiz Carmen Romero. Explicaban como en apenas 35 metros cuadrados vivían más de una docena de personas, en un barrio sin ningún equipamiento, sin urbanizar, colapsado por la droga y la marginalidad.

La demanda fue oída, aunque no impidió que en una de las primeras reuniones entre el gobierno local, entonces en manos del PSOE, y los vecinos casi se terminase en un altercado público.

La aguas volvieron a su cauce. La perfecta conexión entre Ayuntamiento, asociación y otros colectivos sociales permitió plantear un plan ambicioso: tirar todo el barrio y volver a construir nuevas viviendas, amplias, bien equipadas, con calles anchas y urbanizadas y contando también con los primeros equipamientos. Todo ello únido a la puesta en marcha de escuelas taller y programas de integración. La droga comenzó a desaparecer de las calles y el barrio comenzó a dejar de ser marginal. Ya la gente lo cruzaba, cuando antes se optaba por rodearlo.

El Ayuntamiento asumió el desarrollo de las primeras fases. Los vecinos mimaban sus nuevas casas como un auténtico regalo de Reyes. Entonces, la Junta se quedó con la gestión del proyecto.

La operación estaba prevista cerrarla en diez años, pero pronto se vio que era un plazo imposible de cumplir, especialmente ante la falta de pisos de realojo en la ciudad mientras que se desarrollaban las obras.

A todo ello se le unió el inicio de la crisis, los recortes en las inversiones públicas, la paralización de las obras.

En los últimos meses, la Junta re inició la compra de los pisos integrados en la séptima fase, pero es ahora cuando activa con fuerza la operación, para terminarla cuanto antes.

Lo cierto es que el Cerro del Moro que afronta el final de su profunda rehabilitación no tiene nada que ver con el barrio del inicio de la última década del siglo. De la ausencia de comercios hemos pasado a la apertura de tiendas que antes eran inimaginables en el barrio. Incluso en su frontera con la barriada de La Paz se levanta una promoción de viviendas de renta libre. Lastima que el nuevo Hospital Regional, cercano al barrio, falló. Hubiera sido el remate final a un Cerro renovado.

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