Cádiz

Los baños mimados de Cádiz

  • La limpieza diaria, la desinfección semanal y el cuidado constante del encargado hacen que la Casa de Baños siga estando acondicionada. Las últimas reformas realizadas mejoraron aún más el recinto

En pleno mes de agosto, las duchas de cualquier playa gaditana están a rebosar. Un trasiego constante de bañistas que, tras darse un chapuzón en el mar y antes de ir a casa, se refrescan y se quitan el salitre de la piel en las instalaciones. Otros, cada vez más, aprovechan el agua de estas duchas para quitar la arena de su 'mobiliario playero', véase sillas, mesas o neveras. Pero lo que quizás muchos turistas no sepan, es que, mientras que tiene lugar esta estampa veraniega, justo al cruzar la calle se encuentran las duchas públicas de la Casa de Baños, un lugar que forma ya parte de la historia del siglo XX en Cádiz.

La trayectoria de este local, acondicionado para el aseo personal, se remonta al año 1958, una época en la que la mayoría de hogares gaditanos no disponían de un cuarto de baño y los vecinos acudían diariamente a la Casa de Baños para acicalarse. Además, no sólo los residentes en los barrios de Santa María, La Viña o El Pópulo eran asiduos a estas termas, sino que también, como explica Ildefonso Díaz, encargado de las instalaciones, "los muchos mendigos y transeúntes que merodeaban por las calles de la ciudad hacían uso de este servicio".

Después de medio siglo poniendo las duchas a disposición de todos, la limpieza exhaustiva y el servicio de mantenimiento rutinario se hicieron insuficientes. Por este motivo, el pasado mes de diciembre, las puertas de la Casa de Baños se cerraron temporalmente para llevar a cabo las obras de mejora necesarias. Así, tras tres meses de cambios en las dependencias, el día 18 de marzo, los baños públicos gaditanos volvieron a abrir para seguir ofreciendo un servicio mínimo de higiene y aseo personal a todas las personas que, por el motivo que sea, no cuentan con un baño en su casa, o que, puestos en lo peor, siquiera disponen de una vivienda.

Las reformas se llevaron a cabo con el objetivo de adecentar el lugar, puesto que, como dice Díaz "aquí quienes acuden son personas y es lo menos que se merecen". De esta forma, tras la avería de los acumuladores y la consiguiente pérdida del agua caliente, fue necesario cerrar para realizar los cambios oportunos. Además, se trajo un termo nuevo, las paredes y el techo se pintaron de blanco y las puertas de azul, se renovó el respiradero y la instalación de agua y se forraron las tuberías de agua caliente. En definitiva, unos arreglos que resultaban imprescindibles para su buen funcionamiento. A pesar de todo, el encargado del centro asegura que "hace falta cambiar los azulejos y el suelo, pues tienen más de 30 años y el uso los ha desgastado".

El horario de la casa ubicada en el Campo del Sur es bastante flexible: de ocho y media a once de la mañana y de cuatro menos cuarto a seis y media de la tarde. Por este motivo, la afluencia de usuarios es bastante dispersa, esto es, en ningún momento del día existen colas que entorpezcan el servicio. Lo cierto es que, como explica José Blas Fernández, primer teniente de alcaldesa del Ayuntamiento de Cádiz, "cuando se cerró por la obra se habilitaron los módulos de la playa para que la gente acudiera allí, y nadie fue ni reclamó nada", algo que "demuestra que el número de personas que va a la Casa de Baños, por suerte, ha ido mermando con el paso de los años".

Cádiz es una de las pocas ciudades de España que aún conserva este tipo de recintos municipales, pues conforme fue avanzando la sociedad con el paso de los años, las casas de baños se fueron cerrando.

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