Los astilleros de la Bahía de Cádiz tendrán una carga de trabajo similar a la vivida en los años 60
Tras afianzar el convenio laboral, los trabajadores de Navantia hacen cuentas de lo que está por venir y afirman que se avecina un boom en la reparación de los cruceros y en la construcción para la Armada
Los trabajadores del astillero gaditano están de acuerdo en que “ahora toca hablar de carga de trabajo, de inversiones y de empleo”
El astillero de Marsella se queda con todos los contratos que tenía concertados Navantia con la naviera Carnival
Es el momento de ver la botella medio llena. Este jueves, la plantilla de Navantia respaldaba el acuerdo sobre el convenio colectivo para el periodo 2022–2029. Con ello, la compañía refuerza su compromiso con el desarrollo profesional, la equidad interna y la sostenibilidad laboral en un contexto de alta carga de trabajo y transformación industrial.
Una vez encarrilado este tema del convenio que lleva tiempo encallado “toca hablar de carga de trabajo, de plan industrial”.
Así lo estima el presidente del comité de empresa de la factoría de reparaciones de Navantia-Cádiz, José Antonio Bolaños, que reconoce que la propia Navantia tenía claro que era un tema que no quería tocar hasta que no se firmara bien firmado el convenio laboral que aportara la estabilidad necesaria para hablar de futuro.
“Ahora toca hablar de carga de trabajo, de inversiones y de empleo”, indica Bolaños, para lo que reclama a todas las administraciones, tanto la nacional, como la local o la provincial que apoyen a la Bahía en este cometido. Todos los políticos, la propia Navantia o incluso la propia Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Cádiz (Femca) saben que se avecina un boom de construcción llegado, sobre todo de la mano de la Armada.
La coyuntura internacional que terminará por obligar a España a invertir más de lo inicialmente deseado en armamento o en Defensa, y no sólo para la española sino también, incluso, para Marruecos. A este gran volumen de trabajo que se avecina se sumará todo lo ya firmado y lo que está aún por llegar en el sector de la modernización (refit) y de la reparación y varadas convencionales que llevan a cabo tantas navieras de gran nivel desde el punto de vista internacional.
Se ha marchado Carnival y Bolaños reconoce que ha sido una noticia pésima para España y para la factoría gaditana de Navantia pero prefiere aprovechar la oleada de optimismo que vivía este jueves tras el feliz desenlace de las elecciones sindicales y afirma que se va Carnival pero que hay otras muchas compañías que vienen a Cádiz y otras muchas que están interesadas en encontrarle algún hueco en alguno de los diques de la factoría de la capital.
De todas maneras, José Antonio Bolaños no deja de reconocer algo que ya ha explicado este periódico hasta la saciedad. Mejor no olvidar que Carnival dejó Marsella y se vino a Cádiz en el momento en el que en el puerto galo estallaron una serie de conflictos laborales y en cuanto se negaron a trabajar los fines de semana los días de fiesta.
Se vinieron a Cádiz y aquí han sufrido una experiencia que, según estima el propio Bolaños, no se debería haber dato en la vida. “Para ellos es imperdonable. Tuvieron que suspender una ruta por Norteamérica, tuvieron que devolver dineros, cambiar buques en sus rutas... Algo para ellos muy, muy grave. Pero también le digo una cosa:Tardaremos dos o tres años, a lo sumo, en recuperar a este cliente, pero terminaremos por demostrar que somos el mejor astillero del Mediterráneo.
El representante sindical en el astillero de la capital visualiza el futuro inmediato de la factoría con alto grado de optimismo, ya que vaticina que lo firmado este jueves y la buena predisposición de Navantia traerá a Cádiz savia nueva y gente joven que será “adiestrada” por los propios mayores que van saliendo de la empresa dejándoles como herencia su experiencia y sabiduría para que ésta no se pierda en el camino. “Puede que tardemos dos años en consolidar una plantilla pero ahora mismo estamos construyendo un futuro y lo estamos haciendo sin quitarle trabajo a la industria auxiliar.
Preguntado por este periódico sobre cómo se plantea una ecuación en la que la industria auxiliar termine auxiliando, como el propio nombre indica a Navantia y no al contrario, como viene ocurriendo hasta ahora en los últimos tiempos. “No podemos depender de la industria auxiliar porque es algo externo a nosotros y lo que no podemos controlar, se nos va de las manos y puede llegar a provocar situaciones como la vivida con el Carnival Liberty”, que tuvo que salir de Cádiz por la puerta de atrás, a medio reparar y sembrando una mala prensa a nivel internacional que puede hacerle y, de hecho, le está haciendo mucho daño a Navantia.
Se avecina un plan industrial con todos los pilares necesarios para que un astillero funcione, “y va a funcionar, y lo digo sin miedo, porque son palabras mayores, con una carga de trabajo similar a la que se vivió aquí en los años 60, cuando se construían petroleros en Cádiz. Hablamos de un boom colosal”,. No hace falta recordar que en esa época, en el astillero gaditano los empleos se contaban por miles, cuando a día de hoy están en torno a los doscientos empleados. “Esos pilares tan necesarios son plantilla, infraestructura y carga de trabajo y, si a eso se le suma un marco laboral estable, mejor que mejor”, razona José Antonio Bolaños.
¿Y cómo se le explica a alguien que si se crea más mano de obra en Navantia y se requiere menos intervención de la industria auxiliar, ésta no se vería afectada? La explicación la da José Antonio Bolaños explicando que han empresas auxiliares que ha mostrado ya su rechazo a trabajar en Cádiz con los cruceros. Es una forma de trabajar muy complicada y constreñida por el tiempo. Viento, frío, lluvia, sol.... Las navieras no pueden permitir que algo pare una tarea porque piden salir un día y tiene que ser ese día sí o sí, algo que suma un nivel de estrés y de compromiso que muchas empresas de las auxiliares no son capaces o simplemente no tienen por qué aguantarlo cuando realmente no les falta trabajo, por ejemplo, con Dragados. De ahí esa insistencia en que es vital esa apuesta por un aumento de la mano de obra estable en la factoría de Cádiz.
“Hablar de la construcción de cruceros son ya palabras mayores”
En la factoría de reparaciones de Cádiz se han llevado operaciones propias de los mejores cirujanos. Se ha ampliado la eslora de un crucero, se han cambiado chimeneas, se han ampliado el número de toboganes, se ha ampliado el número de cabinas, se han ajardinado con especies del mundo entero grandes avenidas de los cruceros más gigantescos del mundo, pero queda una tarea pendiente. El propio José Antonio Bolaños, presidente del comité de empresa de Navantia-Cádiz se queda callado cuando se le pregunta sobre si Cádiz o Puerto Real podrían soportar la construcción de un buque turístico.
Como poder pueden, pero reconoce que en España no somos precisamente una potencia en bienes de equipo y motores, “algo que no es nada sencillo. Ya hay astilleros en Europa con largas trayectorias y tradiciones de décadas y son ya palabras mayores”. Hacerse un hueco en la construcción de barcos civiles es muy complicado en Europa e incluso en el mundo dado su nivel de complejidad. El norte de Europa está muy preparado pero ya se han unido Corea, China... contra quienes es difícil luchar.
Temas relacionados
17 Comentarios