El asma es una enfermedad pulmonar crónica, obstructiva y reversible con medicación. Según explica el médico de Familia del distrito sanitario Bahía de Cádiz-La Janda Luis Richard, el asma se caracteriza porque en la vía aérea hay un proceso inflamatorio debido, en la mayoría de las ocasiones -pero no siempre-, a una respuesta a un alérgeno, y esa inflamación obstruye las vías aéreas. 

Detalla que en España, entre el 9 y el 15% de la población menor de 14 años padece asma y en el caso de los adultos, se reduce al 5%, aproximadamente, ya que es una enfermedad que mejora con la edad. Afirma que en los menores, es más frecuente en varones, mientras que en adultos se da más en las mujeres.

En torno a esta patología "hay muchas falsas creencias que dificultan su control", según este médico. De hecho, el lema de este año del Día Mundial del Asma -que se celebra este martes 4 de mayo- es Descubriendo conceptos erróneos sobre el asma.

Luis Richard afirma que una de las creencias erróneas es que sólo existe un proceso obstructivo y no hay inflamación. "Eso provoca que se abuse de la medicación broncodilatadora de corta acción, cuando en los momentos de empeoramiento de la enfermedad, lo que necesita el paciente es añadir el corticoides inhalado, que es lo que disminuye la inflamación y hace que vuelva la estabilidad".

Cuenta que el asma se caracteriza por su variabilidad: "En cada persona es muy diferente, tanto en el tipo de asma como en la variabilidad clínica, que cambia mucho a lo largo del año en el mismo paciente, por eso hay que ir modificando la medicación".

Detalla los síntomas de esta enfermedad: sensación de ahogo, tos y sibilantes (pitos al respirar). "Cuando un paciente nota que se ahoga haciendo vida normal, tiene tos nocturna que no le deja descansar y tiene pitos al respirar, es señal de que ha avanzado en su clínica y que debe añadir a su medicación el broncodilatador de larga duración o corticoides inhalados". Luis Richard hace esta apreciación porque en muchos casos, como los síntomas del asma son progresivos, los pacientes se van adaptando a la sensación de ahogo y se calman de forma inmediata con el inhalador, de forma que van aguantando sólo con este, aumentando la dosis, "y cuando acuden al médico se encuentran ya con una crisis asmática".

Afirma que existe un test sencillo de cinco preguntas, denominado ACT (Test de Control del Asma), y un aparato llamado pico-flujo con los que los asmáticos pueden saber si su enfermedad está empeorando y necesitan aumentar la medicación.

Este facultativo señala que muchos pacientes temen usar los corticoides por sus efectos secundarios: "Creen que van a engordar o a tener retención de líquidos, pero en realidad es lo que les cura, y la absorción en sangre del corticoides inhalado es mínima, en la mayoría de los casos tiene un efecto local. Es verdad que hay que controlar el uso por parte del médico porque si se abusa puede predisponer a tener más riesgo de sufrir una neumonía, pero el beneficio es mucho mayor".

Otra falsa creencia que destaca Luis Richard es la de muchas personas que piensan que cuando se resfrían, "el constipado les agarra el pecho o les produce flema o pitos; pero eso es un síntoma del asma. La causa más frecuente de la agudización del asma es la infección por cualquier virus respiratorio, y la gente se cree que es un síntoma de resfriado lo que en realidad es, probablemente, un asma escondida".

Asimismo, hay personas que piensan que el asma sólo aparece en los alérgicos, pero quiere dejar claro que "no es así". Argumenta que existe un asma extrínseco, que sí estaría relacionado con la alergia, y otro intrínseco, que es un mecanismo interno que provoca una respuesta inflamatoria.

Luis Richard insiste en la importancia de usar bien el tratamiento para el asma porque "si no hay control ni uso adecuado de la medicación, aumenta el riesgo de morbimortalidad y también el coste sanitario", ya que un agravamiento de la enfermedad puede necesitar un tratamiento hospitalario.