Consumo

La asamblea termina en bronca

  • Los vecinos muestran su disconformidad a la alcaldesa, Teófila Martínez, en la reunión convocada por la AVV de Loreto por la actuación municipal durante la falta de suministro.

La asamblea convocada en el día de ayer por la AVV Campo de la Aviación de Loreto para conocer las explicaciones municipales sobre el corte de agua en el barrio de extramuros hace casi dos meses terminó en una bronca monumental que en algunos veces rozó lo esperpéntico. Una buena parte de los vecinos que acudieron a la cita se marcharon disconformes por la información ofrecida por la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, y el presidente de Aguas de Cádiz, Ignacio Romaní, sobre las actuaciones realizadas durante esta crisis. Las posturas, la municipal y la de un sector del barrio, se mantuvieron alejadas ante la falta de información que no pararon de denunciar durante el encuentro.

Un centenar de personas abarrotaron el salón de actos del edificio Ma'arifa, en la avenida Marconi, en un ambiente que se preveía caldeado desde la entrada a la sala. En la puerta, como preludio a lo que iba a venir, se discutía sobre la pertinencia o no del acceso a la asamblea de vecinos que no viven en Loreto. Al final, todas las personas entraron a la reunión.

Para mostrar su descontento, una parte de los asistentes, vinculados principalmente a la zona de la plaza de la Fuente y al Movimiento Vecinal de Loreto -un colectivo paralelo que se ha formado desde el corte del agua en el barrio-, portaron unas cartulinas rojas que levantaron cada vez que consideraron que los datos aportados no eran ciertos. Varias fueron las ocasiones que las alzaron, unidos muchas veces en reclamaciones en voz alta que vinieron a avivar el incendio que se estaba provocando. Las principales peticiones, entre muchas otras, fueron que se mostraran los informes que aseguran que el foco del problema estuvo en la calle Hermanos Ortiz Echagüe.

La voz cantante en las explicaciones la llevó la alcaldesa, Teófila Martínez, que en bastantes momentos tuvo que sufrir las iras de los vecinos, en una mesa presidencial en la que estuvo acompañada por Ignacio Romaní y la directiva de la AVV de Loreto, con su presidente José Aragón a la cabeza. La posición municipal no se movió de la información ya conocida sobre el corte del agua en Loreto, difundida por aquellos días y refrendada en el folleto repartido por Aguas de Cádiz.

Martínez abrió su intervención dando las gracias a la junta directiva de la AVV Campo de la Aviación de Loreto por su actuación durante los días que no hubo suministro de agua potable y respondió a las críticas recibidas por no haber estado en el barrio durante el corte al asegurar que "he estado en el sitio donde tenía que estar coordinando y tomando decisiones, en contacto con la asociación de vecinos y los vecinos" que se lo pedían.

La primera edil explicó, en primer lugar, que el corte del 29 de septiembre en la plaza de la Fuente se realizó tras avisar los vecinos de los malos olores que había y que el servicio se restableció tras conocerse en los análisis que no existían bacterias, lo que le valió las primeras tarjetas rojas de los asistentes.

Desde ahí, Martínez ya se remontó hasta el 12 de octubre, día de la toma de la muestra que originó el corte tras haberse realizado varios análisis en jornadas sucesivos. Los resultados conocidos el día 13 obligaron a cortar el agua en todo el barrio a las 11.45 horas. Recalcó que, en ese momento, no había "nadie de guardia de la Junta", por lo que se decidió cerrar el suministro y ponerse en contacto con la Administración autonómica para que diera su autorización para el suministro de cubas.

A partir de ahí, relató las diferentes decisiones tomadas en coordinación con la Junta, con la sectorización del barrio en cuatro sectores independientes -lo que ha obligado a la renovación de toda la red de abastecimiento, todavía por soterrar- o la necesidad de tener tres análisis consecutivos con ninguna presencia ni de E.coli -que apareció en los primeros resultados- ni bacterias coliformes.

Martínez defendió en todo momento que el foco del problema se encontraba en la calle Hermanos Ortiz Echagüe, insistiendo en que estaba refrendado por la firma de los técnicos de la Junta de Andalucía que admitieron estas explicaciones para que el agua regresara a Loreto. Sin embargo, esta argumentación no terminó por conformar a algunos vecinos que no pararon de reclamar los informes por escrito -insistiendo algunos asistentes en la teoría de que los problemas podían proceder de la apertura de la válvula de una tubería en desuso en los depósitos de Tabacalera-, así como los diferentes análisis realizados, tanto en el primer corte de la plaza de la Fuente como en el segundo que afectó a todo Loreto. La respuesta de Martínez, en este aspecto, fue que se encuentran publicados en la página web de Aguas de Cádiz.

El turno de las preguntas fue el momento más duro de la asamblea para la alcaldesa por los constantes reproches que recibió en cada una de las intervenciones. Entre las dudas, los asistentes repreguntaron por el foco del problema y varios de ellos recalcaron la falta de acceso que han tenido los vecinos a la documentación sobre esos días. Una vecina interrogó sobre seis análisis que se realizaron en diferentes casas de la plaza de la Fuente. Otra mostró su desconfianza sobre si en el primer corte de agua ya estaba el agua contaminada por E.coli al haber sufrido su hijo de nueve meses por esas fechas vómitos y problemas gastrointestinales. Un vecino le preguntó a la alcaldesa por el coste del folleto sobre el corte del agua de Loreto, a lo que no recibió respuesta. Otros, directamente, se salieron del tema de la asamblea para echar en cara a la primera edil otros problemas de la ciudad y del propio barrio de Loreto.

Durante las contestaciones de Martínez, la bronca fue aumentando. Algunas respuestas de la alcaldesa sobre temas como su idoneidad para ocupar el cargo por ser de Santander o sobre la existencia de un protocolo en Servicios Sociales para atender estos casos y su utilización por quien hizo la cuestión hicieron que las protestas de parte del público fueran más notables.

Del final, pocas conclusiones se pueden sacar más allá del bochorno. La salida precipitada de Martínez y Romaní de la sala se produjo entre gritos de los vecinos como "Gürtel", "facha" o "dimisión", mezclándose con una discusión entre un asistente y la moderación por no dejarle hablar. A partir de ahí, salieron a relucir los trapos sucios entre la directiva de la AVV de Loreto -principalmente en la persona que ejerció de moderador- y algunos de los vecinos. Una discusión muy subida de tono sobre la "corrupción" de un antiguo dirigente vecinal, la situación actual de la asociación, con peticiones de renovación, o una posible demanda cerró una triste asamblea.

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