Al margen de los proyectos enfocados a las visitas y al turismo, el Cabildo Catedral también atiende los asuntos relacionados con el mantenimiento del edificio. En este sentido, la actuación más inmediata es la reparación de las cubiertas de todo el edificio. De hecho, esta intervención proyectada el pasado verano está sufriendo ya cierto retraso, a la espera de que el Ayuntamiento proceda a la retirada de la antigua iluminación exterior, ya sin uso, y de toda la instalación derivada de la misma.

Precisamente, se espera que en los próximos días, a partir de mañana lunes, se proceda al fin por parte del Ayuntamiento a la retirada de cables, focos y otros materiales que se localizan en las cubiertas y que hasta el momento han impedido la actuación prevista por el Cabildo y que en su día fue proyectada por el arquitecto Juan José Jiménez Mata (que lleva desde 1987 al frente de todas las intervenciones que se han realizado en la Seo).

Por tanto, una vez finalicen las labores de retirada de todo ese material, darán comienzo las obras de mantenimiento en las cubiertas. Básicamente, estas consistirán en la eliminación de las hierbas que han ido creciendo y que son muy perjudiciales para la estructura del inmueble; en la aplicación de productos químicos (herbicidas) para impedir el crecimiento nuevamente de estas hierbas; en la limpieza exhaustiva de las cubiertas, aplicando cal y aceite de linaza; en la limpieza de los sumideros, para asegurar la normal evacuación de las aguas pluviales; y en la reparación de aquellos paramentos que están en peor estado.

Todo ello tiene un presupuesto de más de 70.000 euros (que costeará el Cabildo con sus propios fondos) y será ejecutado por la empresa Canteros Artesanos Almenara, que está especializada en la rehabilitación del patrimonio histórico, que ya ha actuado en la Catedral en anteriores ocasiones y que es gaditana.

La principal preocupación ahora, después del retraso acumulado para una obra que ya podría estar finalizada si hubiera dependido del Cabildo, es el modo en que las lluvias pueden entorpecer estas labores -teniendo en cuenta que son más de tres mil los metros cuadrados que tiene la cubierta- y, al mismo tiempo, cómo pueden seguir afectando a la estructura, después de que el pasado invierno ya se localizaran algunas goteras en el interior del templo que motivaron la alerta entre los canónigos y el proyecto que ahora lleva meses de espera.

Y es que, en este sentido, Jiménez Mata ha señalado en alguna ocasión que este tipo de intervenciones son recomendables cada tres o cuatro años, pero en esta ocasión hace más de una década que no se actúa sobre esta zona de la Catedral que en los próximos días se prevé comenzar a trabajar.

Mientras que el Cabildo va acometiendo este tipo de intervenciones de mantenimiento, sigue la Catedral a la espera de alguna nueva partida presupuestaria del Estado para seguir avanzando en su rehabilitación y puesta en valor; o, al menos, para la aprobación del Plan Director que lleva años redactado.