Incalificable lo que ocurrió ayer en Cádiz. En el teatro del Circo se celebraba ayer una reunión de los partidos liberales para festejar el triunfo de la revolución encabezada en Cádiz por Prim y Topete. Luis Sánchez de la Campa tomó la palabra excitando el ánimo de los asistentes asegurando que en el convento de Santo Domingo había máquinas inquisitoriales preparadas por la reacción. De inmediato, una multitud se dirigió a Santo Domingo en busca de esas máquinas.

Topete acudió y consiguió convencer a la multitud de que allí no había nada. Pero el daño estaba hecho.

La Junta Provisional de Gobierno de Cádiz acordó ayer desterrar a Ceuta a Sánchez de la Campa y que se investigue y sancione lo ocurrido en el convento.

Se ha publicado y fijado en las esquinas un bando en el que se recuerda que la persona y la propiedad son inviolables. ¡Gaditanos, no hay libertad sin orden! ¡Viva la Soberanía Nacional! ¡Viva la cuna de la Libertad!