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Cádiz

15 años saneando y ordenando

  • A Rafael Barra le ha dado tiempo de eliminar los números rojos de las cuentas portuarias y de planificar y llevar a efecto un cambio integral de todo el puerto de la Bahía de Cádiz

"Lo antepongo todo con tal de conseguir el bienestar de mi puerto". Estas palabras y un modesto "espero que el que venga me haga malo" fueron casi las últimas declaraciones realizadas por Rafael Barra a este periódico antes de su relevo. Fueron muchos martes de incertidumbres a la espera de que se presentara "el motorista" ante su despacho con su cese y con el nombre del que vendría a sustituirle al frente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz.

Fueron 15 años , "más de los que imaginaba nunca que me iba a llevar al frente de todo esto", desde ese 1998 en el que el presidente Chaves le dijo en San Telmo algo así como que condieraba al puerto de Cádiz "la cenicienta de los puertos andaluces" así que "te quiero allí".

Un año le bastó a Barra para hacerse con la situación después de recibir un puerto en el que se tuvo que fijar como primera prioridad la eliminación de los número rojos y resultados negativos. En poco tiempoinició las gestiones para la redacción de un Plan Director, así como la definitiva aprobación del Plan Especial de Ordenación del Puerto de la Bahía de Cádiz y el Plan de Utilización de Espacios Portuarios. Barra sabía que estos planes eran instrumentos imprescindibles para lograr el fin de los negativos en las cuentas portuarias.

En esta década y media, Rafael Barra destaca que se han planteado y culminado varias obras importantes para el puerto de Cádiz, a la vez que se ultimaron otros trabajos ideados por sus antecesores.

Mirándolo dársena por dársena, los 15 años de Barra quedarán unidos a la construcción de la terminal ro-ro del Marqués de Comillas, así como, también en Cádiz capital, la primera fase de la terminal de pasajeros de cruceros y el planteamiento y casi estreno de su duplicación. Aparte, cabe recordar la restauración de la lonja de Cádiz y la informatización de todo el proceso de las subastas de pescado.

En El Puerto de Santa María se gestó la construcción del nuevo recinto pesquero y la urbanización de la dársena portuense. Y en Puerto Real deja como legados la ampliación del muelle Norte de La Cabezuela y la instalación de una rampa ro-ro en el Muelle Sur, con vistas a que Airbus pudiera usarla para el embarque de los componentes del avión A-380.

En el año 2000 consiguió Barra acabar con los resultados negativos, de manera que la APBC lograba salir de los números rojos tras un plan de saneamiento iniciado en 1999.

Durante esos 15 años se fue forjando el concepto de "relaciones puerto-ciudad". En muchas ocasiones sigue siendo punto de fricción entre el Ayuntamiento y su puerto, aunque parece que el nuevo presidente tiene firme intención de tomarse esta relación como un punto preferente.

Con Barra, dignas de mención son históricas concesiones a la ciudad tales como los 55.600 metros cuadrados fronterizos entre la Barriada de la Paz y Puntales, que algún día alojarán un albergue juvenil. O recordar los 11.000 que cedió el puerto a la ciudad entre la Plaza de Sevilla y la de la Hispanidad. Además, la ampliación del subterráneo de Canalejas necesitó de una cesión y ahí estuvo el puerto. Las negociaciones con los Bomberos llegaron también a buen puerto con la construcción de su nuevo parque en suelo portuario.

Pero Rafael Barra deja tras su marcha el embrión de una especialización por darsenas que alcanzaría la mayoría de edad con la puesta en funcionamiento de la futura terminal de contenedores y, como consecuencia, la liberación del Muelle Ciudad de todo lo que suene a carga, dejando muchos metros de cantil sólo para los cruceros.

La semilla la ponía el equipo de Barra allá por el año 2000 con la puesta en marcha del Plan Estratégico que requirió una serie de inversiones que podrían rondar los 140 millones de euros. En La Cabezuela de Puerto Real queda la construcción de 612 metros de línea de atraque con 14 metros de calado, que se sumarían luego a otros 481 metros de muelle y una explanada para almacenamiento de graneles de más de 120 metros de anchura. En La Cabezuela, la APBC cumplía con su parte del trazado ferroviario que necesitaba el puerto ejecutando tres terminales en el interior del muelle, una destianda a cereales, otra a graneles minerales y la tercera, a graneles líquidos.

Entre el 2000 y 2007, el puerto llevó a efecto en El Puerto, con 18,7 millones por delante, procedentes de fondos IFOP de Europa, la prolongación del muelle pesquero, con la construcción de una nueva lonja, así como el mercado mayorista, casetas de compradores y exportadores, naves de congelados y edificios de servicios, así como la correspondiente urbanización de todo el entorno.

Ya en al dársena de la capital, 26,1 millones de euros fueron a parar entre 2007 y 2009 a la terminal ro-ro del muelle Marqués de Comillas. Allí se llevó a cabo la ampliación de 58.000 metros cuadrados de superficie terrestre, en forma de rellenos, que dieron a luz dos muelles, de 270 y 300 metros, 10,5 metros de calado y dos valiosísimas rampas ro-ro.

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