Cádiz

Los amarradores contemplan el proyecto de integración "con mucha ilusión y buenos ojos"

"Puede que mi postura sea algo extraña, pero pienso así". Éstas fueron ayer palabras de Eduardo Pérez, encargado del servicio de amarradores del puerto de Cádiz. "Me parece bien todo esto de la integración y, en el fondo, no entiendo las posturas reacias".

Eduardo Pérez reconoce que a día de hoy, el puerto de Cádiz vive un momento de "parón" y de "incertidumbres sobre su futuro", por culpa, según estima este amarrador, hijo de amarrador, del gran número de incógnitas existentes en torno al traslado de los contenedores hasta su nueva terminal de carga. "La nueva terminal debería estar ya más que funcionando. Si fuera así no estaríamos hablando nada de todo esto y posiblemente todo el Muelle Ciudad y el Reina Sofía estarían siendo usados de lleno para el turismo y los cruceros".

Sobre si estos planes de la APBC podrían significar pérdida e actividad portuaria, Pérez firma que "la actividad portuaria está ya más que mermada". El responsable de los amarradores rememora que "muchas grandes empresas se han ido yendo de Cádiz y otras han ido llegando sin que sus movimientos tuvieran nada que ver con si la ciudad se quedaba con suelo del puerto o no". Los amarradores culpan de toda este desencuentro entre la APBC y la comunidad portuaria a este "eterno compás de espera" que se vive respecto a la nueva infraestructura portuaria.

Realmente Eduardo opina sin tan siquiera haber visto la exposición abierta por la APBC en la antigua Cárcel Real y en la verja del Muelle sobre este proyecto de integración, pero dice conocer otras experiencias, "que yo aplaudo". "He ido a Barcelona y a Málaga y, como ciudadano, veo con mucha ilusión y buenos ojo ese tipo de proyectos. Me parecen divertidos e ilusionantes".

"A mi sector no le preocupa esto en absoluto. El muelle ha ido siempre en continua transformación y adaptación en su convivencia con la ciudad y nadie se ha quejado".

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