El Puerto Accidente de tráfico: vuelca un camión que transportaba placas solares

El Paseante

Que no te amargue un pepino

  • Los detallistas del Mercado Central aseguran que las ventas de verduras y hortalizas no se han resentido por la bacteria E.coli, mientras que los consumidores confían en los productos del campo

Por mucha alerta sanitaria que salte en Alemania por la bacteria E.coli y por muchos mercados que se cierren a las hortalizas y las verduras españolas, el Mercado Central de Cádiz vive ajeno a todo esto. Una clientela fija y fiel y el trato directo de los detallistas hacen que la confianza en los productos del campo sea muy alta.

Una mañana de martes en la Plaza sirve para volver a tomar el pulso a la semana tras un lunes con menor trasiego de público. En líneas generales, los fruteros no han notado una bajada en sus ventas con esta crisis y sólo destacan que los clientes se informan un poco más .

Juan Armario, uno de los detallistas del mercado de abastos, explica que "aquí no vamos a tener ningún problema porque los pepinos que tenemos son de Sanlúcar". Además, añade que "la especie que parece estar afectada no se comercializa aquí. Antes, sí se consumía el pepino canario, que nos llegaba directamente desde Canarias. Esta especialidad tiene los extremos más finos, mientras que los de la provincia son mas rectos y lisos. Si se consume otro tipo de pepino suele ser de procedencia extremeña, con betas blancas y más grueso".

Otro aspecto que destaca el frutero es que "la mayoría de las hortalizas o verduras que se venden en la Plaza son de Sanlúcar, Chipiona o Conil, por lo que problemas no hay. Lo único que tenemos de fuera son los pimientos de asar, de tipo California, que nos vienen de Almería y la fruta, que sí viene de otros sitios".

Una opinión parecida tiene María Jesús Fernández, otra comerciante, que cuenta que "la gente que viene pregunta mucho y nosotros le damos la explicación que sabemos. Nuestros productos no son de importación, sino de Conil, Chipiona y Sanlúcar".

María Jesús afirma que "todo está siendo un poco exagerado. Cuando se suelta algo la gente se alarma muy rápido, pero los clientes siguen viniendo a comprar como siempre".

Entre las recomendaciones, la detallista comenta que "las verduras hay que lavarlas muy bien siempre para quitar todo los productos que se les echan para matar a los bichos. Otro remedio que siempre se ha dicho es el de echarle una gotita de lejía, pero eso nunca se hace y no es necesario".

Por su parte, entre la clientela hay una mezcla de un poco de miedo, pero mucha confianza. Mercedes García y Joaquina Moreno descansaban en un banco a la sombra, una parada obligada ante el ajetreo de las compras.

Mercedes asegura que tiene "un poco de miedo de comer pepinos por lo que está pasando", mientras que Joaquina contesta que "si de verdad pasara algo grave en España ya habrían muerto 70 personas".

La conversación sigue entre ellas y Mercedes dice que "realmente no sabemos cuánto dinero se está perdiendo por culpa de esto". Por su parte, Joaquina se muestra "sin ningún miedo, ya que todo está controlado y es mirado con mucho cuidado antes de venderlo".

Otra compradora que se une al grupo es Antonia Fernández. Ella se muestra muy gráfica al explicar que "ayer -por el lunes- hice gazpacho y todavía no me he muerto".

Antonia se encuentra molesta ante la crisis que ha salpicado a los productos españoles, ya que considera que " a ver si son del extranjero y nos están dando a nosotros gato por liebre". Además, está confiada en lo que compra porque "si están los pepinos a la venta es porque están bien". Tanta confianza tiene que "hoy -por ayer- voy a tomar otra vez gazpacho".

Una vuelta por el mercado da para ver que, a pesar de tanta alarma, lo que reina es la normalidad. Y es que a nadie le amarga un pepino.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios