La Iglesia ha hablado. El convento de los carmelitas es de su titularidad y fue adquirido de pleno dominio, y la iglesia del Carmen seguirá siendo de la orden religiosa mientras ésta mantenga el culto en ella, como vienen haciendo ahora trasladándose desde San Fernando para asistir las misas del fin de semana. Con la sentencia dictada por el Tribunal Eclesiástico Metropolitano de Sevilla se resuelven las dudas generadas respecto a estas propiedades; y desde el Obispado, se anuncia que se buscará ahora dar la solución oportuna a esta parroquia del Carmen y Santa Teresa.

En concreto, el obispo se ha comprometido a raíz del dictamen de Sevilla a buscar “en breve la mejor solución posible para la atención pastoral de los feligreses” de esta parroquia. Lo que hace pensar que en próximas fechas el Obispado podría suprimir finalmente la parroquia del Carmen, como de hecho solicitó en su día la orden de carmelitas descalzos, y reintegrar su feligresía y sus servicios en otra parroquia cercana.

Desde el Obispado se asegura que a lo largo de este proceso las únicas pretensiones han sido “velar por el bien de las almas y conservar diligentemente los bienes y derechos de la Diócesis, para garantizar la continuidad y la atención pastoral”. Y en este sentido, se traslada que a raíz de la sentencia el obispo queda “descargado de la responsabilidad sobre los citados inmuebles y bienes”, lo cual da a entender que el Obispado acatará el dictamen de este tribunal y no continuará con el proceso, que es susceptible de ser recurrido ante el Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica en España, “sin perjuicio de la competencia del Tribunal de la Rota Romana”, según recuerda la sentencia dictada el pasado 15 de septiembre.

Sostienen en Hospital de Mujeres que en el documento de cesión de la titularidad de la iglesia existía “una cláusula de reversión en favor de la Diócesis a fin de garantizar su continuidad y la atención pastoral”. Y del mismo modo, aseguran que la diócesis ha intentado “mediante el diálogo y la negociación garantizar la continuidad” de la atención a la parroquia del Carmen. “Siendo infructuosa esta vía, intentó tal y como exige la normativa canónica la mediación en distintas instancias, y no siendo posible, siguiendo las recomendaciones de la Santa Sede, entabló acción solicitando tutela y amparo en defensa de los derechos de la Diócesis ante los tribunales eclesiásticos competentes de conformidad con la normativa procesal canónica”.

Con ello, la diócesis presidida por Rafael Zornoza justifica el procedimiento judicial ahora resuelto en primera instancia. Y con la titularidad de los bienes objeto de disputa (la iglesia del Carmen y el convento anexo) zanjada, el interrogante se cierne ahora sobre la parroquia en sí, cuya continuidad depende del obispo.