Si bien la reapertura oficial al culto será esta tarde, con la Eucaristía que presidirá el prelado diocesano en la remozada Catedral Vieja, en la práctica el templo volvió a la normalidad ayer viernes, un día especialmente concurrido en Santa Cruz, sobre todo por los numerosos devotos de Jesús de Medinaceli. Es verdad que la ausencia de un año largo ha merecido la pena, porque ahora se dispone de una parroquia de estreno, pero se supone que también, con la colaboración no siempre valorada de las tres cofradías que ya han regresado a su sede canónica, recobre la imagen que le corresponde, empezando por retirar todos los materiales de deshecho de la exposición celebrada en su interior, para evitar imágenes como las que ofrecía a ambos lados la puerta principal cuando volvió Sanidad.