Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

Cádiz

Vuelta a la agustina casa

  • La procesión de la Patrona necesita revisar la extensión del cortejo y el ritmo con el que discurre

  • El Consejo quiere incluir en sus normas el itinerario de la carrera oficial de 2019

Al Consejo le pasa con la Patrona como con los traslados de la imagen que preside el vía crucis de Cuaresma o los preludios del pregón de Semana Santa; siempre cae en los mismos errores, sin voluntad de mejorar o de cambiar. Es como si la permanente, y solo la permanente, viera maravillas donde todos los demás ven todo lo contrario. El pasado domingo en la procesión de la Virgen del Rosario era un clamor entre los integrantes del cortejo y entre el público de las aceras la excesiva lentitud con la que avanzaba el cortejo y el excesivo tiempo que se empleaba desde que se oían los tambores de Rosario hasta que llegaba el paso de la Virgen -¿por qué sigue el Consejo haciendo labores de Fiscalía, habiendo tantos fiscales como cofradías?-. No repetiremos planteamientos de años anteriores ni propuestas varias que año tras año caen en saco roto. En esta ocasión, simplemente vamos a trasladar ideas que el pasado domingo lanzaron al aire tanto el público de la calle como los participantes en el cortejo. La primera es la posibilidad de reducir el número de participantes por cada cofradía. "Guión y cinco varas por cada hermandad", planteaba uno. Esto facilitaría la agilidad del cortejo. "Y las representaciones que lleguen hasta el Ayuntamiento, y dejen que la cofradía del Rosario y el paso suban solos Sopranis, que es donde se le preparan momentos especiales a la Patrona", planteaba otro. No le falta razón, además porque cuando las hermandades llegan a Santo Domingo no tienen dónde quedarse y se ven abocadas a entrar por una puerta de la iglesia y salir por la otra. Dichas quedan las dos cosas; el 7 de octubre del próximo año veremos si se soluciona algo.

Con esto ocurre tres cuartos de lo mismo. El Consejo sigue organizando por su cuenta y riesgo un curso de formación del que sólo traslada a las cofradías (o a los hermanos mayores) la fecha y el lugar de la próxima conferencia días antes de que tenga lugar. Luego pasa lo que pasó en San Antonio hace unos días, que apenas había veinte o treinta personas (siendo generosos) para escuchar nada menos que al obispo de Jerez. Vaya imagen de las cofradías gaditanas se llevaría Monseñor Mazuelos. ¿Saben en Cobos que el Obispado lleva años desarrollando varias iniciativas formativas, y que quizá el camino es procurar que los cofrades participen en ellas y no saturar de actos y charlas las agendas del personal?

El pleno convocado para el próximo miércoles debatirá si la carrera oficial aprobada para este año 2019 es directamente incluida ya en las normas del Consejo de Hermandades. Después de la prueba de este año y el itinerario aprobado para el próximo, la permanente ya quiere eliminar Ancha de la normativa para incluir Nueva. Parece un poco precipitado modificar ya la norma en este punto, máxime cuando el actual itinerario sigue sin convencer del todo y mucho tememos que más pronto que tarde la carrera oficial volverá a sufrir cambios en su recorrido.

La celebración eucarística empieza a tomarse en serio por las hermandades, que mañana intentarán dar forma a una comisión que desde ya empiece a trabajar en los actos de cara a la procesión que en 2019 saldrá el domingo 23 de junio. Suerte, porque el éxito de esa comisión será el éxito de una fiesta que pide a gritos volver a ser lo que fue... o al menos parecerse.

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