Solidaridad

Volver a tener un techo en Cádiz

  • Somos Cádiz consigue pisos para sacar de la calle a tres personas sin hogar

Ricardo posa sobre la cama de la casa en la que vive desde hace unos días.

Ricardo posa sobre la cama de la casa en la que vive desde hace unos días. / DC

Ricardo había perdido todas las esperanzas a sus 72 años de edad de salir de la calle. Llevaba dos décadas viviendo sin techo y en la plaza de las Tortugas, donde habitualmente estaba, pero había sufrido alguna que otra agresión y robo. Desde hacía algún tiempo se trasladó a las bóvedas de las Puertas de Tierra y ahora, gracias a la Asociación Somos Cádiz, ha conseguido tener un techo donde poder vivir.

En una foto publicada por esta asociación que preside Alejandro Fernández, posa orgulloso sentado en una cama de la casa en la que ahora vive.

Este es uno de los tres casos que en las últimas semanas esta entidad ha conseguido rescatar de la calle. Entraron en contacto con una asociación de Barcelona que también realiza una labor similar y entre unos y otros han conseguido encontrarles un techo a estas tres personas. En el caso de Ricardo tiene una pensión y algo de ingresos pero en los otros dos el alquiler lo están afrontando con donaciones de colaboradores de Somos Cádiz.

Vilmantas tiene 52 años y tiene origen lituano. Alejandro Fernández explica que llegó a Cádiz tras venir engañado a España para trabajar en el campo. Llevaba también 20 años en la calle y lo que quería era “morirse sin dolor”. Estaba en unas condiciones muy precarias con una perrita que le hacía compañía. Pero los miembros de esta asociación poco a poco fueron ganándose la confianza de Vilmantas “y le devolvimos la esperanza de vida”. Poco a poco su aspecto fue mejorando y, al menos, aparecía mucho más aseado. Incluso los miembros de esta entidad lo llevaron a Almería para que pudiera arreglar sus papeles. Ahora ha conseguido su sueño y ha podido acceder también a una vivienda “y parece otro. Su rostro es de una gran felicidad”.

El tercer caso que ha sido sacado de la calle ha sido el de Dani, un chico sevillano de apenas 20 años de edad y que huyó de una situación familiar bastante delicada con su progenitor. Marchó de casa y vino desde Sevilla hasta Cádiz andando. Estuvo trabajando algo en la hostelería pero no tenía lo suficiente para tener un piso, por lo que empezó a vivir en la calle, concretamente en el foso del Pelícano en una tienda de campaña.

Consiguió posteriormente plaza en el albergue municipal pero ya no podía quedarse por más tiempo, según indica Alejandro Fernández. Con mucho miedo por volver a la calle y con un caso que no estaba cronificado, desde Somos Cádiz se pusieron a trabajar y consiguieron también otro piso para poder vivir. A la vivienda hacía falta hacerle algunos arreglos y él mismo se los está haciendo. Cuentan de él que es un gran deportista y va a empezar a entrenar boxeo. Tenía dos sueños. Uno se ha cumplido y es el de poder tener un techo donde poder dormir con seguridad. El otro es el de ser bombero en el futuro.

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