Cádiz

"Todavía me dura el susto en el cuerpo"

  • La vecina a la que se le hundió el suelo de su vivienda y otro afectado cuentan su particular calvario de estos ocho años

El 7 de mayo de hace ocho años sus vidas cambiaron para siempre. Esa fecha, ese día, esa mañana está grabado a fuego en sus memorias. Algunos de los afectados por el derrumbe de un piso en el número 3 de la calle Barrocal siguen hoy arrastrando las consecuencias de aquel suceso.

La finca, que actualmente está siendo sometida a unas obras aunque los inquilinos aseguran no tener información alguna de las mismas, está dividida en dos a través de un patio. El ala más próxima al solar de la calle Santiago fue desalojada hace ocho años y desde entonces los vecinos (cuatro familias) no han podido regresar a sus casas, ante la lógica desesperación que crece conforme avanza el tiempo.

Francisca Olmo fue la más perjudicada aquella mañana. Ella estaba con su hija en una de las habitaciones de su casa cuando se hundió el suelo. "Todavía me dura el susto en el cuerpo", afirmaba ayer. "Estoy con depresión desde el año 2004, el médico no me ha dado todavía el alta", añade. Olmo explica cómo aquel día "me quedé sin nada, tuve que empezar de cero; cogí lo poquito que pude y nada" y asegura que "no estamos muy bien" desde entonces.

Actualmente vive con su marido y con su hija (que aquel día también resultó herida por el hundimiento) en un piso de la calle Santo Domingo y cada vez tiene menos esperanza en volver a su casa. "Me han dicho que de mi casa me olvide. ¿Usted se cree que no puedo volver a mi casa? ¿Por qué?", se pregunta lamentándose. La situación de su marido (ya jubilado y "con una pensión muy corta") y el precio del alquiler que están afrontando en Santo Domingo hacen que la situación de Francisca Olmo y su familia sea muy complicada actualmente. Y ante ello asegura que "no tenemos ayuda de nadie", quejándose de que "nos han dejado totalmente desamparados". "Nos prometieron muchas cosas y no han cumplido nada", asevera Francisca, que al menos desea "que nos dejen volver a mi casa" algún día.

Otro vecino de esa finca es José Luis. El día del derrumbe llegó a su casa cuando ya estaban los bomberos actuando, pero eso no ha mitigado el calvario que vive desde entonces. "Ese día y las cinco semanas que pasamos en una pensión lo tengo como si fuera ayer. Lo pasamos muy muy mal", afirma José Luis, que añade que ocho años después la situación "está igual".

En el año 2004, él vivía con su mujer y le buscaron una vivienda de un solo dormitorio en la calle Paraguay. Entonces aceptaron, pero ocho años después la pareja tiene un niño de seis años "y tenemos que dormir los tres en el mismo cuarto". "Estamos locos por salir de La Viña y volver a casa", asegura José Luis. Pero en su caso se suma un problema más a la situación: su contrato en Barrocal termina en un año "y tendríamos que ver qué pasaría".

José Luis sabe que la finca de Barrocal está siendo objeto de una serie de obras, pero asegura que los vecinos no saben nada al respecto. "Nos metieron en un boquete en La Viña y se desentendieron de nosotros", lamenta este afectado por los sucesos de hace ocho años, asegurando además que en el Ayuntamiento le dijeron en su día "búscate la vida". "Al principio nos dijeron que las obras durarían unos diez meses, por eso aceptamos el piso de Paraguay. Pero ya son ocho años y todo sigue igual. Se han desentendido de nosotros", lamenta José Luis.

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