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Cádiz

Solidaridad frente a los recortes

  • El Rebaño de María pone en marcha varias iniciativas sociales tras el cierre en marzo del centro de acogida de menores de la calle Costa Rica por parte de la Junta

La crisis económica, siempre la crisis, dio al traste con la labor que venían desarrollando desde hace muchos años, incluso generaciones. De un plumazo, los recortes de la Junta de Andalucía obligaron a cerrar el centro de acogida de menores que las religiosas del Rebaño de María venían manteniendo y atendiendo en su casa de la calle Costa Rica. Pero lejos de tirar la toalla, de bajar los brazos, o incluso de aprovechar lo ocurrido para llevar una vida más tranquila, sin preocupaciones ni obligaciones de ese tipo, las religiosas han dado un giro a la labor y a la propia casa para iniciar nuevos proyectos con los que seguir ayudando a los que más lo necesitan, sobre todo en estos tiempos. Han hecho gala de la vocación que en su día les llevó a tomar este camino del Rebaño de María. Han respondido a los recortes de las administraciones con una mayor dosis, si cabe, de solidaridad.

Los nuevos proyectos que han puesto en marcha estas religiosas están dirigidos por un lado a seguir ayudando a menores, pero han ampliado el campo de acción también a otras personas.

La primera actividad con la que las religiosas han suplido el cierre del centro de acogida de menores ha sido la puesta en marcha de una especie de Centro de Día de menores con necesidades de atención. El objetivo es que durante las tardes se atiendan a los pequeños de familias necesitadas, a los que se apoya escolarmente a la vez que se les da la merienda y la cena.

Para este proyecto ha sido vital la implicación absoluta de tres de las educadoras que trabajaban en el centro y que perdieron sus empleos con el recorte de la Junta. A pesar de ello, siguen vinculadas con las hermanas del Rebaño de María, realizando desde marzo su labor de educadoras de manera voluntaria y totalmente altruista. "Seguimos en el paro las tres", señalaba una de las educadoras, Marisa.

Este centro de día está funcionando con una veintena de pequeños actualmente, "aunque ya tenemos lista de espera de al menos otros diez", cuenta la propia Marisa. Se trata de niños que han llegado al centro de la calle Costa Rica de la mano de Cáritas, de las parroquias, del Instituto Municipal de la Mujer o del centro de atención al inmigrante Tierra de Todos. Al principio se pensó en centrar la acción en pequeños del entorno del barrio de San Carlos, pero el radio de acción se ha ampliado "porque necesidades hay en toda la ciudad", expone Marisa.

Los pequeños llegan a la calle Costa Rica a las cuatro de la tarde, y allí reciben tanto clases de apoyo a su formación escolar como distintos talleres y actividades, además de deporte. La jornada acaba alrededor de las siete y media, y en ese período los niños meriendan y cenan, ayudando así a su nutrición ante las dificultades por las que atraviesan sus familias.

Las educadoras que están llevando a cabo esta labor muestran su sorpresa por la evolución que los pequeños a los que atienden han mostrado en estos meses. Llegan a hablar de "síntomas de desnutrición" cuando los pequeños comenzaron a ir al Rebaño de María, aunque en el lado contrario destacan la limpieza e higiene que presentaban. Algo que, no obstante, no ocultaba la necesidad de ropa nueva, palpable en la cortedad de los bajos de un pantalón o en la estrechez de una camiseta. "Afortunadamente estamos pidiendo y nos están ayudando mucho; nos están dando ropa, juguetes, zapatos... tanto para ellos como para sus familias. Estamos muy contentas porque nos están ayudando bastante", apunta Marisa. Y esa conjunción de factores ha provocado la mejor de las noticias: el cambio del ánimo de los pequeños. "Eso es lo que más se nota; ahí se ve la evolución una barbaridad", reconoce Marisa. "Antes teníamos prácticamente que llevarlos a los sitios arrastrando de ellos; ahora están mucho más activos y contentos", indica.

Otra de las iniciativas que han puesto en marcha las franciscanas de la calle Costa Rica es un comedor social para transeúntes que por el momento funciona en la jornada del domingo, cubriendo así un hueco que en algunos casos se produce este día de la semana en la atención a los sin techo.

La madre generala de esta casa del Rebaño de María explica que por el momento son pocas las personas que se atienden cada domingo, ya que hace muy pocas semanas que se ha puesto en marcha esta atención.

Para desarrollar esta atención de comidas en la jornada dominical, las religiosas han adaptado un espacio de su casa "que tampoco es muy grande", señala la madre generala, que sin embargo apunta que si la demanda va en aumento, habrá que buscar nuevos espacios para ampliar el comedor. Además, tampoco se rechaza la posibilidad de ampliar los días de atención sirviendo comidas en la calle Costa Rica, aunque por el momento (en una etapa inicial) se ha optado por no mezclar este servicio de comedor con la atención diaria a los pequeños.

La tercera iniciativa que ha surgido de la nueva situación en la que se encuentra la casa del Rebaño de María de la calle Costa Rica es el desarrollo de un campamento urbano este próximo verano. Realmente, son las tres educadoras que atienden a los menores las que han desarrollado esta iniciativa, que se desarrollará durante los meses de julio y agosto en el colegio de Arbolí, que ha sido cedido por el Ayuntamiento para este proyecto.

El campamento urbano está dirigido a todo tipo de menores, aunque de partida se va a inscribir a diez pequeños cuyas familias no tienen recursos y que estarán becados para participar en este campamento. De esta forma, las familias se aseguran la adecuada nutrición de esos pequeños durante los meses en los que no acuden al colegio, ya que en el campamento se les proporcionará el desayuno y el almuerzo a diario.

La escuela de verano que han programado estas tres educadoras, para niños de 3 a 12 años, se desarrollará de siete y media de la mañana a tres de la tarde, "aunque los padres también tienen la posibilidad de llevar a los niños de nueve a dos". El plazo de inscripción en este campamento urbano ya está abierto, pudiéndose inscribir los pequeños por meses, quincenas, semanas o incluso días. "Si a los padres les interesa determinadas actividades concretas que haremos algunos días, como visitas a monumentos de la ciudad, por ejemplo, pueden inscribir al niño en esas actividades esos días", explica Marisa, que añade que los interesados pueden dirigirse al hogar del Rebaño de María (en el número 5 de la calle Costa Rica, en horario de cuatro a siete y media de la tarde) o bien al correo electrónico cendiarema@yahoo.es.

Con estas actuaciones, las franciscanas del Rebaño de María aportan su grano de arena a la crisis que de forma tan brutal está afectando a muchas familias. Esperanza ante la adversidad. Voluntariado ante la pérdida de sus puestos de trabajo, como han decidido llevar a cabo las tres educadoras que trabajan codo con codo con las religiosas. Más solidaridad, en definitiva, ante los recortes de las administraciones.

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