Cuando se cumplen 132 años de que el primer hermano de La Salle abriera en el convento de Santato Domingo el primer colegio lasaliano en Cádiz, la institución se prepara para afrontar un nuevo siglo con la unificación de los colegios Mirandilla y Viña, lo que permitirá que un niño/a entre en Educación Infantil en el primero a los 3 años y salga con el Bachiller terminado del segundo a los 18.

Tras la reforma Locse en el colegio Mirandilla se impartía Primaria y ESO y en la Viña solo Bachillerato y PGS, el actual PCPI (Programa de Cualificación Profesional Inicial).

El proyecto actual contempla que los dos centros sean uno, trasladando la Secundaria de Mirandilla a Viña, para que el primer colegio disponga de espacio para Infantil y Primaria, cuya titularidad ceden las Hijas de la Caridad del colegio Pío XII - San Martín.

Cada centro contará con diez clases, la Mirandilla pasará a contar con 250 alumnos y 14 profesores y Viña con 300 y 17 profesores, además de cuatro hermanos jubilados que desarrollan labores de apoyo.

José María Ruiz Rube, licenciado en Ciencias Químicas y director del colegio de la Viña, afirma que el centro lasaliano viñero se había quedado sólo con cinco aulas, cuatro de Bachiller y uno de PCPI, pasando con ese motivo de 350 a 150 alumnos, con la lógica reducción en el número de profesores y en una situación precaria por falta de recursos.

Ruiz Rube reconoce que el colegio ha pasado unos años críticos y que han podido capear el temporal gracias al apoyo de La Salle, y el proyecto que ahora se pone en marcha ha sido la fórmula para lograr un futuro viable para asegurar la presencia de la institución en Cádiz, que ha formado a varias generaciones de gaditanos en cada uno de sus dos colegios.

La Salle ya dispone de la correspondiente licencia municipal para la ejecución de la obras y de la autorización de la Consejería de Educación, que reconoce que el proyecto se ajusta a la normativa vigente.

Las obras, de acuerdo con el proyecto realizado por el arquitecto gaditano Juan Antonio de la Mata Arroyo, ya se han iniciado y tienen un periodo de ejecución de cuatro meses, asumiendo su financiación la institución de La Salle.

Por planta, en la baja se van a crear tres aulas de apoyo y una de desdoble, mientras que en la primera se llevará a cabo una reforma de servicios y vestuarios, así como la transformación de un salón de actos en aula de tecnología, y en la segunda parte de la zona destinada a vivienda de los hermanos pasa ser un aula de plástica y música.

Por otra parte, de acuerdo con la normativa de accesibilidad, se dotará al edificio de un ascensor y el patio de ampliará con la azotea, que será vallada, prolongándose además la escalera principal hasta la misma.

Los trabajos suponen una de las mayores obras de reforma a las que ha sido sometido el centro desde su reconstrucción tras la quema sufrida en 1936 , que se llevó a cabo entre 1943 y 1947, impulsada por el hermano Ignacio Javier.

También en los años 70, según recuerda el hermano Vicente, actualmente al frente de la comunidad, se intervino en el antiguo teatro para construir la actual sala multiusos, y en 1975 se levantaron los laboratorios coincidiendo con el reconocimiento del centro como filial de Bachillerato, aparte de otros trabajos puntuales de mantenimiento.

El incremento en el número de alumnos tendrá también una importante incidencia para la economía de los establecimientos más próximos del barrio.