Cádiz

SailGP: Cádiz se asoma de nuevo al mar para disfrutar de un gran día de fiesta

  • El público abarrota los paseos de Carlos III y Santa Bárbara para seguir las evoluciones de la competición de catamaranes, mientras la hostelería de la zona vive una gran jornada

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El público ante la balaustrada siguiendo las evoluciones del F50 español.

El público ante la balaustrada siguiendo las evoluciones del F50 español. / Miguel Gómez

Cádiz se asomó de nuevo al mar, ese mar consustancial a su historia, a sus avatares y a sus (escasos) periodos de prosperidad. E invitó a asomarse a cientos de visitantes atraídos por la Fórmula 1 del mar, por la espectacularidad de las carreras de la SailGP, con nueve catamaranes F50 en liza frente a una ciudad trimilenaria. El escenario no podía ser más bonito y más oportuno para vender el producto al exterior, como podía contemplarse en las pantallas ubicadas en tierra.

Antes de que los incondicionales de este deporte se apoyaran en la balaustrada para seguir las evoluciones de la competición el aperitivo lo puso el Carnaval de Cádiz en tres escenarios diferentes: el templete del Parque Genovés, la plaza del Mentidero y un tablao frente a la iglesia del Carmen pegado al Baluarte de la Candelaria. En este lugar, por cierto, la actuación del cuarteto ‘Al edén que le den’ coincidía con la salida de unos recién casados a quienes esperaban en la puerta del templo un buen número de hombres uniformados con sable en alto. Policías a caballo, presentes en las zonas exteriores de las regatas, miraban la peculiar y ceremoniosa escena que chocaba con la guasa del cuarteto.

Más público en el Parque y El Mentidero que frente a El Carmen. Tres de las agrupaciones cantaron de las primeras para poder marchar hacia Torredonjimeno (Jaén), donde iban a participar en una noche carnavalesca. Eran la chirigota ‘La misión (el evangelio según Santander) y las comparsas ‘Los renacidos’ y ‘Después de Cádiz, ni hablar’. Las coplas, puntuales como un reloj, se interrumpieron cuando la regata dio comienzo. Volvieron a partir de las seis de la tarde a los citados enclaves cuando acabó la tercera y última manga.

Flamenco en San Juan de Dios, por las calles una batucada a cargo de la comparsa ‘El vaivén’, del Carnaval de Badajoz y títeres en Canalejas. Buen sábado para la hostelería, principalmente para los establecimientos localizados en los alrededores del campo de regatas. Lleno en la plaza del Mentidero, donde sus hosteleros se habían visto obligados a suspender el guateque previsto para las diez y media de la noche. El Ayuntamiento demandaba ciertos permisos para celebrar la fiesta, lo que sorprendió (y enfadó) a los empresarios.

El Carnaval fue el aperitivo y el postre antes y después de las carreras de los F50

Enorme cola en el Salón Italiano (Los Italianos) para comprar helados. En la calle Zorrilla no faltaron los guiños a la competición náutica. En el restaurante Siempre Di Vino y en el Mesón Cumbres Mayores lucían colgadas banderas internacionales. En este último local, además, los camareros vestían camisetas de la SailGP, dando la bienvenida a los forasteros entre queso, jamón y presa ibérica.

Buscando ya el balcón del mar, vulgo Alameda, había también llenazo en la terraza de La Taberna del Anteojo. En el interior del Baluarte de la Candelaria se había habilitado una pantalla para seguir la competición y funcionaba un bar de copas para la veraniega sobremesa, pues hacía cierto calor aunque soportable.

A la altura del Rectorado de la UCA, junto a la Candelaria, ya se podía hablar de muchedumbre. Y ya el paseo de Carlos III era tomado por los espectadores. Seguidores del equipo de Australia, todos con el mismo polo y gorra, animaban a su F50 en la distancia desplegando en la balaustrada la bandera del país. Más despejada estaba la zona de Santa Bárbara, la Race Village, donde se ubicaba la tribuna, y había más visibilidad para seguir las carreras. A las 16.20 se producía la salida de la primera, anunciando el conocido periodista Nico Abad el comienzo, poniéndoselo, con sus explicaciones, más fácil a los espectadores neófitos en el tema y narrando lo que ocurría a escasos metros, en el mar. En ese momento el viento, del oeste, soplaba a 20 kilómetros por hora.

El reparto gratuito de banderas de los países participantes hizo las delicias de niños y niñas... y de algunos mayores. Una familia de El Puerto de Santa María comentaba cómo en algunas de las velas de los barcos figuraban dibujos de tópicos de esos países. La estatua de la libertad en el de los Estados Unidos, un canguro en el de Australia o un vikingo en el de Dinamarca.

El piloto del equipo español saludó al público gaditano desde el mar

La afición vibraba con los progresos del catamarán español, animado desde tierra por un grupo que portaba una bandera en la que podía leerse “¡Vamos gallos!”. Entre la primera y la segunda carrera el respetable estuvo atento a la entrevista de Abad a Jordi Xammar, que es esta temporada el piloto del equipo español de SailGP. Saludaba desde las aguas al público gaditano y a la ciudad.

Numerosos espectadores siguieron en directo la prueba en el espacio que ha habilitado la Diputación Provincial, una de las patrocinadoras de esta competición, en el Paseo de Santa Bárbara. Allí se vieron las carreras entre los nueve países participantes a través de una pantalla gigante con comentarios en directo. Este espacio se abrió al público en horario de mañana y tarde y contaba entre sus atractivos unos simuladores de motos acuáticas y la citada pantalla. Además, una vez concluida la competición, tuvo lugar la actuación de La Chocolata. Hoy será el turno de La Pompa Jonda a las 17.30.

Este domingo se dirá adiós a esta segunda experiencia de SailGP en Cádiz. La ciudad estará de nuevo presta a recibir a los visitantes y los hosteleros esperan repetir el éxito del sábado. La capital vive un segundo gran fin de semana consecutivo tras la procesión magna.

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