El teniente de alcaldesa delegado de Urbanismo del Ayuntamiento de Cádiz, Ignacio Romaní, calificó ayer de "esperpento" la historia de la draga Sato Carolina en relación con los trabajos que debía estar ejecutando en las obras del aliviadero de pluviales de la playa de Cortadura. Romaní critica la decisión que ahora toma la Agencia Andaluza del Agua de ejecutar todos los trabajos que restan desde tierra. "Esto cambia el proyecto por completo por lo que tendrán que renovar sus permisos, lo que conllevará nuevos retrasos que hacen pensar en otros dos años más en obras". Así de pesimista se presentó Romaní ante el anuncio hecho por Diario de Cádiz de que la draga abandona la Bahía para dirigirse a Argelia, donde permanecerá trabajando durante tres meses.

A su vez, Romaní, como responsable de Aguas de Cádiz quiso salir al quite de las declaraciones realizadas por el Partido Socialista Obrero Español en relación con el plan de saneamiento de La Laguna que ha podido provocar, según los miembros del PSOE, que de nuevo la zona se anegue con las últimas precipitaciones caídas tras el verano.

La culpa la tiene, según Romaní, el retraso que se vive en la construcción de la Martona. "Queremos que terminen porque es cuestión de capacidad y el problema no acabará hasta que no se acabe la Martona". "Que se hagan las obras necesarias y cuando se hagan, se reducirán este tipo de problemas". De todas formas, Romaní insistió en que nunca hay que olvidar de que "hablamos de La Laguna, la zona más baja de la ciudad".

Dolido Romaní dijo que "no es momento de recordar los grandes esfuerzos que hace Aguas de Cádiz por mejorar la red de saneamiento de la ciudad". "Lo que tiene que hacer la Junta es invertir donde realmente es necesario invertir", comentó el delegado de Urbanismo.