El vaso ha rebosado. Después de multitud de eventos e infraestructuras que llevan años ocupando la plaza de la Catedral, los últimos montajes han colmado la paciencia de la ciudadanía y se ha creado un debate en torno a la utilización de este enclave fundamental para el patrimonio histórico artístico, el turismo y la cultura de la ciudad. Y el PSOE lo tiene claro: "con el uso de la plaza de la Catedral creemos que se ha llegado al límite de los soportable", afirmó ayer al respecto el portavoz del grupo municipal socialista, Rafael Román.

El concejal de la oposición recordó el uso como aparcamiento que hace un cuarto de siglo tenía la Catedral "y que se eliminó para hacer más visible y más digno nuestro primer monumento histórico artístico para disfrute de los ciudadanos". Por contra, criticó Román que en los últimos tiempos y cada vez con mayor asiduidad se está acotando esta plaza "hasta reducirla a un espacio privado de los que pagan una entrada o de la entidad que sea" (manifestando su respeto por las entidades que solicitan ocupar la plaza o por los artistas que han protagonizado los conciertos de este verano, "a los que nosotros mismos hemos asistido", reconoció Román).

El PSOE cree que este uso continuado de la plaza de la Catedral contradice con la propuesta que el equipo de gobierno planteará al pleno del viernes de solicitar a la Unesco la declaración de Cádiz como Patrimonio de la Humanidad. "¿Se imaginan esos artefactos -en relación a las estructuras que han ocupado la Catedral en los últimos meses- en la Plaza Mayor de Salamanca, en la Catedral de Toledo o en el Acueducto de Segovia?", concluyó Román.