El Baluarte de la Candelaria abrió en el día de ayer sus puertas para recibir a la multitud que esa noche esperaba pasárselo bien. La apertura se realizó a la hora estipulada y poco a poco comenzaron a entrar los visitantes. En un primer momento el ambiente se presentó decaído pero la música y la alegría del personal voluntario hizo que cambiase ese estado conforme avanzaba la noche.
Los dependientes de las tiendas ultimaban detalles antes de que se produjese la llegada masiva. “Esperamos que hoy venga más gente que en la inauguración”, confesó Rocío Huarte, secretaria de la junta directiva de Nuevo Futuro, asociación cuyo objetivo consiste en ayudar a todos aquellos niños sin hogar para que tengan una vida como la del resto de chicos. Huarte estimó que iría mucha más gente debido a que ayer, jueves, era el día en el que los jóvenes salían. “El clima además acompaña porque no hay levante” concluyó la secretaria.
Uno de los puestos más visitados en toda la noche, además de las dos barras, fue la tómbola. Ésta, que se encuentra en la entrada del recinto, atrajo a muchos visitantes que no perdieron la oportunidad de echar suerte, siempre por una causa solidaria. Otro de los espacios que más dinero aportó a la noche fue la cena que corrió a cargo del catering de Pablo Grosso. El precio del cubierto era de 35 euros por cabeza.
A las nueve ya se notaba el buen ambiente, como decía una señora que había ido a disfrutar del evento: “aquí siempre hay fiesta y mucho cachondeo”. La gente paseaba por los puestos y algunos se animaban a comprar los singulares objetos que ofrecían los mismos . Los que ya lo habían visto todo se sentaban en las mesas situadas estratégicamente frente al escenario, donde podían disfrutar mejor de los espectáculos. Las barras fueron las primeras en llenarse. “Este trabajo es el más duro”, dijo una de las voluntarias de La Barra de Ely.
Mientras entraban los visitantes también llegaron poco a poco las niñas de las diferentes escuelas de danza que actuarían poco después . Entraron con nervios y el Baluarte se llenó con los vivos colores de los trajes de gitana de las jóvenes. Pero lo más esperado de la noche fueron las actuaciones de Mariana Cornejo y Carmen Jara. Según Rocío Huarte “hay gente que sólo nos preguntó por su actuación y estaban esperando para verlas.”
El balance en general fue positivo para los organizadores y contaron con el apoyo de las personas que fueron a pasárselo bien. “Es una fiesta muy bonita y me parece muy bien que el dinero sea para ayudar a los niños” comentó una jóven que pasaba por allí.
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