Más de medio centenar de socialistas volvió a reunirse en la sede de Gaspar del Pino en la tarde de ayer para valorar los acontecimientos vividos a nivel nacional que acabaron con la dimisión de Pedro Sánchez al frente del PSOE.

Dentro de la sala de asambleas, lo nacional. Fuera se mezcla lo local con lo anunciado en los medios de comunicación por Luis Ben, acerca de su intención de presentarse a la Secretaría General del PSOE en Cádiz como alternativa a Fran González.

Si hubo alguna diferencia con los asistentes del viernes, es que en esta ocasión había tres concejales del Grupo municipal: Victoria Rodríguez, José Pacheco y Juan Cantero y algún que otro miembro de la Ejecutiva local. Había hasta críticos dentro de la crítica: "Aquí se juntan dos a jugar al ajedrez y mueren al mover el peón".

Dentro de la reunión, un intercambio de opiniones, intervenciones vehementes pero unanimidad en la conclusión final principal, que a Mariano Rajoy no lo quieren ver ni en pintura. En este sentido dicen que el "no categórico" que mantenía el hasta hace pocos días secretario general, debe ser mantenido por el Grupo Socialista en el Congreso "sin paliativos". En este sentido, advierten de que una comisión gestora "carece de autoridad para establecer una orientación política a su partido". De este modo, abogan por la celebración de un congreso extraordinario que se debe realizar "con absoluta urgencia" y dejan muy claro que la figura de la comisión gestora permanente "no está contemplada en ninguna normativa interna".

Y es que el grupo de militantes del PSOE gaditano calificó de "temerarias y altamente inoportunas" las actuaciones que han acabado en una grave crisis en este partido.

Una de las conclusiones a la que llegaron ayer en el documento que aprobaron es que hay que exigir que "los instigadores y los mentores de esta grave crisis respondan ante la militancia socialista y ante la sociedad española en su conjunto". También quieren que expongan "con claridad y precisión" las motivaciones y objetivos que les han impulsado "a ejecutar las maniobras conducentes a la división del partido, colocándolo en la peor situación inimaginable en la actuación situación política del Estado".

En las intervenciones, Emilio Aragón llegó de la Ejecutiva provincial, de la que forma parte, donde informó de lo que se había hablado allí.