El número 5 de la calle Barquillas de Lope albergará viviendas para jóvenes tras pasar a manos de la empresa municipal de vivienda, Procasa.

El inmueble está vacío desde 2003, cuando el suelo del salón de una de las viviendas cedió arrojando a una madre y a su hijo a un aljibe repleto de aguas fecales. Las tres familias fueron desalojadas y arrancó un complejo proceso administrativo para tratar de solventar la situación.

Durante este tiempo la finca llegó a cambiar de manos, lo que suscitó la desconfianza de los vecinos. Pero, finalmente, el Ayuntamiento expropió el edificio con la intención de que Procasa lo arreglara. Ahora añade que serán jóvenes los que vivirán en la finca, puesto que se adscribirá al programa municipal para menores de 35 años. Este programa permite el acceso a la vivienda en régimen de alquiler durante los cinco primeros años. Una vez que transcurra ese tiempo, a los inquilinos se les da la opción de compra de la vivienda, por lo que podrán convertirse en propietarios.

Procasa establece plazos para solicitar este tipo de pisos. Entre los requisitos establecidos en anteriores ocasiones está el tener unas rentas limitadas, estar empadronado en la ciudad y tener menos de 35 años.