La ciudad empieza a prepararse para las próximas fiestas navideñas. Y los distintos puntos de interés o equipamientos que buscan el atractivo, principalmente para atraer público en estas fechas, están en proceso de instalación. Entre ellos destaca la instalación de una pista artificial de hielo, que el Ayuntamiento ha vuelto a sacar a concurso después de que el pasado año quedara desierto y, por tanto, no se pudiera utilizar esta actividad de ocio.

Para este año, la pista de patinaje se vuelve a situar en la plaza de San Antonio -tras el rechazo generalizado a que la pista se instalara en la plaza de la Catedral, como se planteó años atrás-, donde ocupará un espacio de 900 metros cuadrados en el lado de la plaza que iría desde Obispo Cerero hasta Buenos Aires (con 20 metros de ancho y 45 de largo, en concreto).

Hoy, precisamente, es el último día previsto para la recepción de ofertas en el concurso convocado por el Ayuntamiento. El precio mínimo que debe costear el que opte a instalar este equipamiento es de 2.200 euros, siendo las fechas de apertura al público entre el 28 de noviembre y el 7 de enero. En base a estos requisitos, la adjudicación (si se presentaran ofertas) tendrá en cuenta la mejor oferta económica, el proyecto técnico que debe acompañar a la propuesta, el precio más económico de las entradas de acceso así como las mejoras que pudieran ofrecerse.

En paralelo a este concurso, hoy finaliza también el plazo de presentación de ofertas para habilitar dos ludotecas durante las fiestas de Navidad, una en San Antonio y la otra en la Glorieta Ingeniero La Cierva. Ambas podrán abrir al público desde el 28 de noviembre hasta el 6 de enero.

La de San Antonio, que irá ubicada en el lateral colindante con la iglesia, frente a la pista de hielo, tiene un precio de salida de 1.710 euros, que en el caso de la de extramuros se rebaja hasta los 1.425 euros de salida.

En ambas ludotecas, se valorará a la hora de adjudicar este equipamiento infantil la mejor oferta económica, el proyecto técnico (que incluye la disposición de las infraestructuras, de los aparatos y del mobiliario que se estime necesario), el programa de actividades (donde se valora la variedad de las mismas, la adecuación a distintas edades o los medios materiales y humanos con que se desarrollarán) y el precio al que se prevé poner a la venta las entradas.