Seis minutos les bastaban para entrar en una tienda, distraer al dependiente, neutralizar las alarmas y darse a la fuga cargados de perfumes y ropa, que iban dejando en su 'almacén' ambulante: un coche que habían dejado estacionado en las inmediaciones.

Así una vez, y otra y otra, hasta sumar en menos de dos horas veinte palos. Una celeridad digna de récord Guinness que ha sido a la postre su perdición.

Y es que los investigadores del Grupo II de la Unidad Contra la Delincuencia y el Crimen Organizado (Udyco) de la Comisaría Provincial de Cádiz les seguían la pista desde hace algún tiempo, a raíz de detectar un preocupante incremento de los robos con un mismo modus operandi. Hurtos perpetrados con gran celeridad, mediante la anulación de las etiquetas y dispositivos magnéticos de seguridad, siempre en los mismos objetivos, en perfumerías, tiendas de cosmética y establecimientos textiles.

Las pesquisas de la Udyco habían determinado que debían actuar en cuadrilla. Que por lo menos debía haber tres implicados. Dos de ellos se encargarían de entretener a los dependientes de las tiendas elegidas mientras un tercero anulaba en segundos las alarmas y se daba a la fuga con la mercancía sustraída. Y las más de las veces, sin que las víctimas se percataran.

Por ello, los agentes decidieron desplegar un dispositivo especial de vigilancia, en el convencimiento de que debían contar con cierta infraestructura. De que necesitaban soltar de forma rápida los botines logrados antes de seguir adelante con su veloz carrera delictiva.

Dicho y hecho. El dispositivo daba resultados a principios de esta semana, Los agentes de la Udyco detectaron movimientos más que sospechosos en torno a un vehículo marca Rover 45, con placa de matrícula 0134-CNW, que estaba estacionado en la avenida Ramón de Carranza.

Hasta dicho vehículo acudían con excesiva frecuencia tres individuos, que depositaban prendas y objetos en su interior, marchándose en seguida para regresar minutos después con más botines, con nuevas remesas de artículos.

Uno de estos individuos que acudía al coche cada pocos minutos resultó ser un viejo conocido: M.G.S., de 35 años, de nacionalidad rumana, al que le constaban antecedentes por delitos contra la propiedad, y quien ya había sido detenido como supuesto autor material de otra oleada de hurtos perpetrada en las tiendas del centro Bahía Sur, de San Fernando.

Durante la vigilancia, los policías llegaron a contabilizar hasta veinte hurtos en menos de dos horas. O lo que es lo mismo, un robo cada menos de seis minutos, que se comprobaría después, habían sido llevados a cabo en siete tiendas del casco antiguo.

Así las cosas, la Policía procedió a la detención de los tres implicados. Además del citado, sus dos supuestos compinches, también naturales de Rumanía, F.E.R. y L.O., de 31 y 38 años, respectivamente.

Con este operativo, según han informado desde la Comisaría de la Policía Nacional, ha sido desmantelada una activa trama de delincuentes especializados en desvalijar establecimientos comerciales con pequeños hurtos ejecutados con gran velocidad. Tanta, que en su última actuación, que fue seguida de cerca por los agentes participantes en el dispositivo especial desplegado, a los empleados de las tiendas no les dio tiempo ni a darse cuenta de que estaban siendo robados.

Los tres detenidos, junto a las prendas y objetos recuperados en el turismo que usaban como almacén ambulante, valorados en 1.000 euros, han sido puestos a disposición judicial.