Puede que fuera el calor vespertino gaditano, ese solecito que cae a pleno y pone moreno al mismísimo Moret. O quizá la falta de logística, de herramientas visibles para atraer la atención del paseante. Hasta puede uno pensar que el tema no despierta tanto interés en las vecinas y vecinos de Cádiz. El caso es que la campaña de Podemos para informar de las -a su entender- nocivas consecuencias que tendrá la construcción del párking de la plaza de Sevilla iniciada ayer tuvo más bien escasa repercusión. No faltaron algunos voluntarios amables y leales a la causa dispuestos a hablar, incluso a soportar la perorata de algún experto en política, de los muchos que han proliferado en los últimos tiempos en este país donde ya todo el mundo se convirtió en historiador de la Fórmula 1 como por arte de magia después de que Fernando Alonso se subiera a un monoplaza. Pues eso. Mucho trilili y poco tralala. Podemos repartió ayer unos folletos donde se decía que la construcción del aparcamiento subterráneo aprobada en el último Pleno "no es necesaria". Está bien que especifique que la medida se ha aprobado con los votos de PP y Ciudadanos y la abstención de PSOE. Sobre todo porque la base de la democracia es aceptar el principio de mayoría, y en este caso, el proyecto, más allá de su conveniencia o no, ha sido aprobado por los representantes de los ciudadanos.

La campaña de información también se desarolló ayer en Palillero y seguirá de forma itinerante por la ciudad esta semana.