El nuevo gobierno de José María González, que el próximo sábado volverá a tomar posesión como alcalde en su segundo mandato, baraja llevar al pleno del mes de julio el nuevo convenio para el desarrollo del Plan Plaza de Sevilla, que la oposición tumbó el pasado mes de abril.

El documento es esencial para poder activar las obras de reforma integral de la avenida de Astilleros y agilizar el desarrollo urbanístico de los solares que siguen sin uso además de la conversión del aparcamiento en superficie junto a la muralla en un nuevo parque público. A la vez, la ratificación del convenio abrirá las puertas a la construcción de un hotel de la cadena Barceló sobre el edificio del vestíbulo de la terminal ferroviaria, y la conversión de la vieja estación del tren en un mercado gastronómico.

Una vez se forme el nuevo gobierno, en el que por lógica Martín Vila seguirá al frente del Área de Urbanismo, éste pedirá una reunión con el subdelegado del Gobierno, José Pacheco, para plantearle la necesidad de sacar adelante este convenio y entregarle una comunicación del Ministerio del Interior (en manos del PSOE) en la que se muestra la necesidad de agilizar la firma definitiva del mismo, pues de ello depende la construcción de la nueva Comisaría de la Policía Nacional en la avenida de Astilleros.

Lo cierto es que la negativa de la oposición municipal a dar vía libre al convenio, en el pleno del pasado mes de abril, sorprendió a las administraciones del Estado que estaban implicadas en la operación y con las que el Ayuntamiento negoció el documento durante meses, sobre todo cuando al frente de las mismas han estado en distintas épocas tanto el PSOE como el PP, que en Cádiz rechazaron los acuerdos.

El paso del convenio por el pleno de abril se encontrará con una Corporación que ha cambiado sustancialmente. El gobierno de José María González ha salido reforzado, rozando la mayoría absoluta, mientras que la oposición, PP y PSOE, han bajado de forma sustancial en el apoyo ciudadanos.

El parón de abril también provocó la sorpresa de los promotores privados que siguen a la espera tanto para ejecutar el hotel como el mercado gastronómico. En ambos casos es esencial ejecutar las obras de la nueva avenida, ya que es la única forma de llevar hasta estos equipamientos los suministros de agua, electricidad y saneamientos para su apertura al público.

Fuentes de la promotora del mercado gastronómico indicaron a este diario que ellos están a la espera de que el Ayuntamiento informe sobre el calendario de las obras de urbanización de la ciudad. 

La intención es que en ese mismo momento se presente la petición de licencia de obras para iniciar los trabajos de forma inmediata cuando se cuente con ésta, lo que se suponen dos meses de trámites administrativos. A partir de ahí se cuenta con unos diez meses para transformar la vieja estación en un nuevo mercado gastronómico.

La promotora sigue buscando firmas para abrir en el complejo. Ya está cubierto cerca del 40% de la oferta aunque se espera a tener las fechas claras para acelerar todo el proceso de venta y cierre de los contratos.