Cádiz

"Pido perdón a España por haber introducido droga"

  • Un argentino, un italiano y una española se sentaron ayer en el banquillo acusados de traer 14 kilos de cocaína en un crucero

Un argentino, un italiano y una española, un crucero y 14 kilos de coca. Esos son los protagonistas del caso que fue juzgado ayer en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cádiz.

Los hechos que se enjuician en este procedimiento se remontan al 29 de marzo de 2014, cuando tres pasajeros del buque GrandCelebration, en su singladura desde Sudamérica a España, atracaron en el puerto de Cádiz. Según apunta el escrito de calificación fiscal, este trío de turistas de diferentes nacionalidades había sido contratado por un tercero para transportar sustancias estupefacientes. En concreto, 14.633 gramos de cocaína, cantidad que arrojaría en el mercado ilícito un precio aproximado de casi 500.000 euros (493.819).

Por ello fueron acusados de un delito contra la salud pública, permaneciendo en prisión provisional por esta causa desde el 31 de marzo de 2014 hasta hoy.

Ayer, en torno a las once de la mañana, dio comienzo la vista oral en la que declararon los procesados. Lo hizo en primer lugar D.S., el mayor de los tres acusados y de nacionalidad argentina. D.S. explicó ante el plenario que conoció a los otros dos acusados (que eran pareja) una semana antes de comenzar el crucero trasatlántico en Buenos Aires; que los tres fueron contratados por una organización para transportar la droga; y que su función dentro del buque era controlar a la pareja. "Veníamos juntos pero separados", precisó.

Asimismo, el argentino declaró en Sala que en una escala del crucero -en Tenerife- tuvo constancia de que su familia había sido amenazada para que él "subiera la droga hasta Cádiz". Por ello, al ver que su familia corría peligro, decidió entregarse voluntariamente a la policía a su llegada a la capital gaditana.

Así, en la propia aduana del puerto le fueron interceptados seis paquetes de cocaína que llevaba adheridos a su cuerpo con una faja más otros dos paquetes que escondía en el interior de sus zapatos.

D.S. accedió de forma libre y voluntaria a que se efectuara un registro de su camarote, en el que los agentes hallaron una maleta cerrada con seis paquetes más de cocaína. La pureza de la droga rozaba el 70%.

"Pido perdón a España por haber introducido droga", concluyó su declaración ante el tribunal D.S..

Una versión bien distinta sostuvo la pareja formada por la española (M.J.N.) y el italiano (M.D.). Ambos coincidieron en señalar que conocieron a D.S. dentro del propio crucero, cuando coincidían en el bar y en otras instalaciones del buque, nunca antes.

A preguntas del fiscal, la mujer confesó que poco a poco fueron tomando confianza con el argentino y que al segundo día de navegación él les propuso esconder parte de la droga en su camarote, exactamente 13 paquetes, a lo que ella accedió a cambio de 6.000 euros y algo de mercancía. Argumentó que, en un principio, D.S. le habló de esconder la coca "unas horas" y que al final acabaron siendo "días". Incidió también en que ella no era una traficante, si bien había llegado a ser drogo dependiente durante una época de su vida.

Por último, declaró el joven italiano, quien dijo estar "muerto de miedo" por llevar oculta la droga dentro de su camarote, temor que le impidió alertar al capitán del barco de lo que estaba sucediendo. Especificó además que "cortaron relaciones" con D.S. durante la travesía, aunque le prestaba su móvil para que recibiese llamadas desde las que se le indicaba dónde dejar la droga, pues el argentino no disponía de terminal.

Fiscalía solicita para los tres acusados ochos años de cárcel.

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