Ciudadanos afectados por la construcción de la avenida Constitución de 1812

Pendientes del final del proyecto

  • Los propietarios de las viviendas que demolerán para concluir la nueva avenida transversal acogen con ilusión la licitación del derribo de la antigua Comandancia · Ven más cerca la consecución de una nueva vivienda

"Ya se va acercando el momento de tener una nueva vivienda y una nueva travesía para la ciudad, que hace falta". Así de optimistas se muestran José Luis Rueda y María Macías, propietarios del 4ºB del bloque 7 de la calle Cooperativa.

Hace unos días se licitó la demolición de la antigua Comandancia de la Guardia Civil, lo que supone el inicio de la última fase de la construcción de la avenida transversal, llamada de la Constitución de 1812. Y la antesala para la edificación de 186 viviendas en parte del solar resultante, donde se realojarán los vecinos de los bloques 5 y 7 de Cooperativa y 5 y 7 de la avenida Juan Carlos I. En total, 72 familias.

La noticia de esta licitación ha sido muy bien acogida por los propietarios de estos cuatro bloques idénticos que, actualmente, entorpecen el trazado de la nueva vía. "Llevamos muchos años esperando y tenemos ganas de ver esto hecho realidad. Creo que va a quedar muy bonito", expresa María.

Por su parte, Manuela Fernández, una de las pocas propietarias jóvenes del número 7 de Juan Carlos I, dice que cuando se publicó esta información, se puso a hacer cuentas para ver cuándo estarían edificadas las nuevas viviendas. "Estoy loca por irme a una casa nueva, más grande, y salir de esta que tiene casi 60 años y mucha humedad".

Y no sólo los jóvenes están deseando irse. Aunque hay muchos vecinos mayores que llevan toda su vida en esas casas, todos están de acuerdo con el traslado. "Estas son casas chicas y antiguas, es absurdo estar enfadado porque vamos a tener mejores condiciones. A los mayores no les da pena irse porque van a ganar", argumenta María Macías.

El derribo de estos cuatro bloques es conocido por algunos desde hace casi 20 años. Desde entonces, viven con la incertidumbre de cuándo llegará el momento. "Nosotros tenemos mucha edad y llevamos demasiados años esperando. ¡A ver si llegamos a verlo!", se lamenta Juan Cuevas desde el 1ºA de Cooperativa, 7. Pero entiende el retraso. "Hasta ahora no ha podido ser porque todavía está ahí la Guardia Civil. Todo tiene unos trámites y es normal. Comprendo que las cosas están difíciles para el Ayuntamiento como para todo el mundo y tengo fe en que se cumpla pronto".

Josefa Martínez, del Bajo A de Juan Carlos I, 5, es una de las personas mayores que lleva toda su vida allí y no le importa tener que mudarse. Le gusta la idea de tener "un piso nuevo y más moderno". Lo único que pide es "más información, porque no sabemos nada en concreto todavía". Ni ella ni el resto de vecinos. La mayoría dice que se enteró de la licitación del derribo del antiguo cuartel por los medios de comunicación.

La única información directa que estos propietarios recibieron sobre el proyecto que incluye el derribo de sus viviendas fue el 22 de septiembre de 2009, en una reunión celebrada en el Instituto de Fomento a la que convocaron a los cuatro bloques y en la que estuvo presente la alcaldesa, el concejal de Urbanismo, Ignacio Romaní, y un representante de Procasa. "Pero en esa reunión no nos dieron fecha. Creo que no se puede tener tantísimos años a la gente con esta incertidumbre. Hay personas mayores que tienen la ilusión de ver sus nuevas casas y me preguntan de vez en cuando, pero no les puedo decir nada. Estamos hartos de ir al Ayuntamiento pero no nos dan ni fecha aproximada", expresa María Guijeño, presidenta de la comunidad del Bloque 5 de Juan Carlos I.

Lo único que estos ciudadanos tienen claro es que recibirán una nueva vivienda, más grande que la actual y sin coste alguno.

Según María Guijeño, en la reunión que tuvieron en el Instituto de Fomento les entregaron unos impresos para rellenar las características de cada uno de los pisos e informar si hay personas con minusvalía para adaptar el cuarto de baño, y si querían plaza de garaje -que tendrán que pagar-. "Se suponen que vendría alguien del Ayuntamiento a recogerlo. Pero hasta ahora, no ha venido nadie".

Manuela dice que a su casa sí que han ido a preguntar si quería una casa adaptada a minusválidos, garaje y tres o cuatro dormitorios -el cuarto lo tendría que pagar-.

Las nuevas viviendas que construirán en el solar que hoy ocupa el cuartel darán algunas a la calle Cooperativa, otras a José Cerezo, al colegio Carola Ribed y a la nueva avenida. Los que actualmente viven en Juan Carlos I no están dispuestos a que su nueva casa esté orientada hacia Cooperativa. "Eso hay que negociarlo, porque nosotros, por ejemplo, tenemos una avenida delante y todas las habitaciones son exteriores. Las casas son muy luminosas y no queremos meternos en un piso oscuro que dé a una calle pequeña. Sólo queremos lo mismo que tenemos. Ni más ni menos", señala Guijeño.

Muchas de las viviendas de los edificios que van a derribar están en muy mal estado pero sus propietarios no se atreven a hacer una gran reforma. Se limitan a pintar y reparar lo imprescindible.

La presidenta del Bloque 5 de Juan Carlos I cuenta que tienen dificultades para pedir préstamos grandes a los bancos para hacer arreglos en la comunidad, no los dan para muchos años porque saben que esos pisos se van a tirar. "No podemos bajar la fachada y vamos a arreglar el ascensor, pero necesitaríamos uno nuevo. Llevamos años esperando y el bloque necesita un mantenimiento. Vamos parcheando los problemas más gordos del edificio".

María Guijeño no es muy optimista con el tiempo. "Ya estamos un poco más cerca, pero hasta que no veamos que cae el cuartel... Por muy pronto que empiece el derribo, hasta el año que viene no estará tirado. Luego, la licitación de la obra, la construcción de las 186 viviendas, que nos den las llaves... Todo tiene unos trámites. Creo que aquí nos queda como mínimo tres años. Decían que la avenida tenía que estar terminada a la vez que el puente de La Pepa, pero no veo que esto pueda ser así. Nos queda para rato. Ojalá fuera todo más rápido".

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