A.M. aceptó ayer en la Audiencia Provincial de Cádiz un año de cárcel por haber golpeado y pateado a un hombre que le llamó la atención por estar fumando un porro cuando ambos coincidieron haciendo cola para acceder a la estación de Renfe la madrugada del 19 de febrero del año pasado.

Esa condena mínima le permite al procesado solicitar, y probablemente obtener, el beneficio de la suspensión de condena, ya que carece de antecedentes penales. Podrá así eludir la entrada en prisión.

El presidente del tribunal le advirtió ayer al joven, tras admitir éste los hechos y mostrarse conforme con el acuerdo alcanzado por su abogado con el fiscal, que debe abonar la indemnización de 1.000 euros al lesionado que incluye la sentencia para poder acceder a la suspensión de la pena.

La condena también conlleva una pena de alejamiento de la víctima durante cinco años. El tribunal, de la Sección Primera, dictará ahora la sentencia de conformidad. El juicio iba a celebrarse ayer pero no fue necesario que declarasen ni el acusado ni la víctima ni los testigos. El abogado del procesado, Antonio Beardo, pactó con el fiscal, que en principio solicitaba cuatro años de prisión por un delito de lesiones con deformidad, y alcanzaron un acuerdo. El acusado se mostró conforme con la pena de un año de prisión acordada y después lo ratificó ante el tribunal, en la sala de vistas.

El fiscal aceptó modificar su calificación y aplicar un delito de lesiones con menos pena. La víctima recibió un fuerte puñetazo en la nariz y otros dos más. Y luego, en el suelo, varias patadas en distintas partes del cuerpo. Como secuela le ha quedado una cicatriz de tres centímetros en la nariz.