El momento más candente del Pleno fue el esperado. El PP llevaba una propuesta para que se volviera a poner la placa en la casa natal de Pemán. El punto fue defendido por Juancho Ortiz, que lo inició leyendo una carta escrita por José María Pemán Domecq, hijo del escritor, en el que defendía la figura del escritor y aseguraba que la medida le había causado “un gran disgusto” tanto a la familia como a muchos gaditanos.

En la misma también se relataba alguna conversación que había tenido Pemán con el dictador Francisco Franco pidiéndole que trajera de nuevo la monarquía al país, a lo que le contestó “que a los españoles ahora no se les puede dejar solo”.

Cuando terminó de leer la carta, el que ejercía en ese momento de presidente del Pleno, Demetrio Quirós, calificó lo leído por el popular como “apología del franquismo”, por lo que se enzarzaron los dos en una discusión, incluidas amenaza de denuncia incluso. Esta propuesta del PP tuvo una enmienda de sustitución, que fue la que finalmente se llevó el gato al agua, por parte del equipo de Gobierno por la que proponía dejar sin efecto el acuerdo adoptado en el punto 25 de sus sesión plenaria del 7 de julio de 1939 bajo la denominación “aportación municipal al homenaje proyectado en honor del ilustre orador y poeta gaditano José María Pemán”, por la que se aprobó la colocación de la placa.

Uno de los que tuvo una intervención mas firme en este punto fue el socialista Francisco Javier Ramírez, que expuso una serie de documentos que decía que la placa había sido colocada pocos meses después del final de la Guerra Civil y cuando Pemán todavía no tenía una larga trayectoria literaria, por lo que “está clarísimo que se le puso por su papel” durante el golpe de Estado. Vila dijo que lo que se había dicho en la carta era “deleznable", mientras que Domingo Villero pedía que se pasara página y se ocuparan de las cosas que realmente fueran necesarias para la ciudadanía y no de una persona que había muerto hace 40 años.