Política municipal

El PP recoloca a su vieja guardia

  • La designación de Carmen Sánchez como portavoz, con dedicación exclusiva, cierra el círculo del que fuera núcleo duro del gobierno del PP

  • La nueva hornada sigue al margen

Momento de la presentación de la candidatura de Juancho Ortiz

Momento de la presentación de la candidatura de Juancho Ortiz / Lourdes de Vicente

El Partido Popular gaditano ha logrado recolocar en el tablero a todas las piezas que formaban el núcleo duro del gobierno de Teófila Martínez y que sufrieron el varapalo electoral y sus posteriores consecuencias. El nombramiento de Carmen Sánchez como nueva portavoz del grupo municipal –asumiendo además la dedicación exclusiva– cierra el círculo de la vieja guardia popular, que se ha disgregado en nuevos puestos de responsabilidad en distintas administraciones.

Carmen Sánchez fue una de las principales sorpresas en las elecciones de 2015, cuando quedó fuera de la Corporación al ir en el puesto 11. Desde entonces inició una suerte de ascenso progresivo que la llevó a ingresar como concejal en el último minuto del anterior mandato –tras la marcha de Teófila Martínez y de Mercedes Colombo–, a mantenerse tras las elecciones de 2019 en el penúltimo puesto de su grupo (la quinta concejal de seis) y a escalar ahora hasta la primera posición asumiendo esa portavocía que le permite ingresar un salario mucho más notable que el de simple concejal de la oposición (38.826 euros anuales, al haber pedido además la dedicación exclusiva, en lugar de los 700 euros mensuales).

La portavoz popular era la pieza que quedaba en el tablero popular por resituarse. El núcleo duro de Teófila Martínez había logrado en estos últimos meses asumir nuevas responsabilidades –con sus respectivos salarios– en distintos destinos. Empezando por la propia ex alcaldesa, ahora al frente de la Autoridad Portuaria; y siguiendo por Mercedes Colombo (número 3 en 2015 y actual delegada territorial de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía), Ignacio Romaní (número 4 en la última lista de Martínez y ahora al frente de la Agencia de Vivienda de la administración andaluza), Bruno García (que ocupaba en 2015 el puesto número 6 y ahora es parlamentario andaluz), y Vicente Sánchez (el último 9 de Teófila Martínez y que desde el pasado pleno de organización es el nuevo administrativo del grupo popular en el Ayuntamiento).

De esta lista de 2015 se caen nombres como José Blas Fernández, que cuenta con despacho profesional propio en el que sigue desarrollando su labor, de la que nunca se ha alejado pese a los veinte años de gobierno; Fátima Rodríguez, que se incorporó a la candidatura popular como independiente en 2015 y es profesora; o Alejandro Varela, que ejerce actualmente su profesión vinculada con el deporte fuera de la ciudad.

Esta última recolocación del PP de Cádiz reafirma también que el partido sigue confiando en la vieja guardia pretoriana popular para ocupar los puestos de responsabilidad que las distintas elecciones van poniendo en el camino. De hecho, Carmen Sánchez ya fue nombrada el pasado verano portavoz del partido a nivel provincial. Y también que sigue premiando la labor que durante tantos años han venido realizando los que han sido los concejales más cercanos al gobierno de Teófila Martínez.

Esto ocurre tanto en los puestos de responsabilidad de administraciones que controla el PP en la actualidad como en esas posiciones destacadas aunque sea en la oposición, como en la organización interna del partido. Ahí está otra antigua concejal de Martínez, Ana Mestre, presidiendo el partido en la provincia; o el propio Juancho Ortiz que ya fue designado portavoz adjunto en Diputación y ahora se da por hecho que se convertirá ahora en el segundo de Mestre a nivel provincial.

A su vez, esta realidad sigue dejando en un segundo plano a esa nueva hornada que parecía recalar en el plano municipal en las pasadas elecciones municipales y que por ahora sigue sin escalar a ningún puesto de responsabilidad; como José Manuel Cossi, Maite González o José Carlos Teruel. Entre otras cuestiones, no se puede obviar, porque esos puestos están acompañados de retribuciones que las nuevas incorporaciones al partido en Cádiz ciertamente no necesitan pues tienen sus actividades profesionales e ingresos en escenarios alejados de la política.

El tablero ha quedado por tanto redistribuido, logrando el PP cerrar el socavón que de manera imprevista abrió las elecciones de mayo de 2015.

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