El Obispado de Cádiz defendió ayer el carácter religioso del Oratorio de San Felipe Neri a la vez que se mostró dispuesto a cerrar acuerdos de uso compartido del templo con instituciones públicas, siempre que "se respete la condición y el uso religioso prioritario" del mismo.

Por primera vez desde la marcha de Antonio Ceballos y la llegada como nuevo obispo de Rafael Zornoza, la Iglesia responde de forma pública, mediante un extenso comunicado, a las críticas planteadas desde la Junta por el uso del templo, que en su día fue rehabilitado y salvado de la ruina gracias al dinero puesto por la administración regional.

Tras dejar claro que el Oratorio "ha sido, es y será un templo católico; nunca ha sido desacralizado, y no se piensa en su desacralización", el Obispado se reconoce "muy agradecido" a la Junta por la restauración del templo, matizando en todo caso que ésta se ha financiado "con dinero público procedente de los impuestos que han pagado, entre otros, los católicos gaditanos y andaluces, que son la mayoría de los contribuyentes". A cambio, el templo fue uno de los equipamientos esenciales durante los actos del Bicentenario. "El convenio (firmado en su día entre la Diócesis y la Junta) ha sido escrupulosamente cumplido por el Obispado y no queda ninguna otra obligación al respecto".

Recuerda la institución religiosa que tras la conclusión de los actos del Doce y el retorno de la gestión del Oratorio a manos de la Iglesia "consciente de la importancia de este templo, que constituye todo un símbolo de la ciudad, se reabrió sus puertas reanudándose la celebración de la misa dominical y cumpliendo el compromiso de mantener el templo abierto a las visitas de los gaditanos y turistas, así como disponible para la realización de actos culturales, académicos, políticos, protocolarios, conmemorativos, etcétera", destacando que se han creado dos puestos de trabajo para el cuidado del templo y la atención a los visitantes. La entrada al inmueble, al ser un BIC, es gratuita los domingos. El dinero que se recauda el resto de los días se dedica a su mantenimiento.

Defiende el Obispado de Cádiz que siempre ha apoyado el uso del Oratorio "como marco privilegiado para el fomento de la cultura", promoviendo "innumerables eventos de distinta naturaleza", entre los que mencionan conciertos, conferencias, actos institucionales, cursos y talleres y visitas programadas de personalidades. Cita incluso la celebración de "misas y bodas". Considera la Iglesia que todas estas actividades "han contribuido notablemente a la vida cultural, política, social y religiosa de la ciudad".

En este sentido, se reitera que el Obispado "siempre ha estado y estará abierto a alcanzar acuerdos y colaborar con las distintas administraciones públicas. La Diócesis no se ha opuesto, ni se opone, a ningún acuerdo de uso compartido, con ninguna autoridad regional, provincial o local", aclarando que sobre estos acuerdos siempre se tendrá como premisa mantener el uso religioso como prioritario "un principio fundamental que ha sido defendido antes del Bicentenario y también ahora".

Incide el comunicado de forma indirecta sobre el uso del Oratorio como una parte esencial de la visita al Centro de Interpretación del Constitucionalismo, que gestiona en un edificio anexo la Junta de Andalucía. Durante el año del Bicentenario el recorrido culminaba en el templo donde se proyectaba un audiovisual que, desde el final de este evento, no se ha vuelto a emitir.

En este sentido, advierte el documento que "el Obispado no sólo no ha prohibido, sino que ha manifestado su deseo de seguir realizando en la bóveda del Oratorio la proyección audiovisual relativa a las Cortes de Cádiz. Así lo hemos solicitado en varias ocasiones a las autoridades de la Junta de Andalucía, que son los dueños de los derechos de proyección del referido vídeo. La esperada proyección audiovisual comenzará en cuanto la Junta nos facilite los mandos de los proyectores, el vídeo en el soporte y formato necesario y, por supuesto, los derechos de proyección".

Concluye la nota mostrando el Obispado su "alegría" porque el Oratorio "siga siendo un centro emblemático de la religión y de la cultura de Cádiz, continuando así con el peculiar protagonismo histórico que tiene".