Cádiz

Nuevos datos sobre las andas del Rosario en el siglo XIX

  • El primero de los pasos se perdió por las desamortizaciones

TODOS los que seguimos de cerca la historia de las hermandades y cofradías de la ciudad sabemos que el siglo XIX fue un tiempo difícil para las corporaciones, con prohibiciones, desamortizaciones y periodos políticos en el que sus dirigentes las persiguieron, con lo que muchas de ellas quedaron postradas, otras desaparecerían para siempre -aún teniendo fuerza devocional- y el resto, afortunadamente, reflotarían no sin aprietos.

 

Esta sucesión de dificultades en el mundo cofradiero del siglo que estudiamos también afectaron como apuntamos anteriormente a las grandes iconas de Cádiz, inclusive a una de las más milagrosas de la historia devocional, Nuestra Señora del Rosario, que mantuvo incluso en los años de la contienda hispano-francesa sus cultos. Según hemos podido leer en el Diario Mercantil, en la Cuaresma de 1808, la cofradía del Rosario de Santo Domingo celebraba en su sede canónica el Jubileo de las cuarenta horas, culto que también organizó en ese año la archicofradía del Rosario de la Palma, la hermandad del Prendimiento de las Descalzas o la cofradía de Nuestra Señora del Carmen.

 

No obstante, la Virgen del Rosario estuvo durante muchas décadas sin encontrarse con los gaditanos por las calles y plazas de la ciudad, después de perder su categórico paso realizado en plata de ley a finales de siglo XVII por el platero local Antonio Briones y acabado, debido a la muerte de éste, por Juan de la Serna en los periodos más críticos de este tiempo, probablemente en una de las desamortizaciones efectuadas a las cofradías establecidas en conventos.

 

El deseo de recuperar la estampa de la Patrona de Cádiz -título que ostentaba de manera oficiosa, no siendo oficial hasta 1867- renace en las postrimerías del año 1852, en el que un grupo de devotos encabezados por el canónigo lectoral y obrero mayoral de la catedral, Gerónimo Marín y el capellán de Santo Domingo Juan Moreno, junto al deán José Cayetano de Luque, en su deseo de acompañar a los Santos Patronos en la procesión del Corpus de 1853, abrieron una suscripción popular a fin de recaudar los suficientes fondos para efectuar dicho desenlace. A continuación reproducimos parcialmente este artículo que hemos localizado en El Comercio, periódico gaditano de la época tratada: 

 

"A este fin se apersonaron los tres señores con el Excmo. Señor Obispo de la Diócesis, y habiéndole comunicado su idea, este venerable pastor, lleno de un entusiasmo igual al que en medio de sus achaques y ancianidad desplegó ante la misma Señora en la última rogativa por el feliz parto de S. M. exortando al pueblo a rogar a su Patrona por la salud y el buen éxito de su Reina temporal, les dirigió las más tiernas y sentidas palabras, animándolos a la empresa, y exortándolos a que la acometieran, confiados en la misma Señora; pudiendo asegurar a los gaditanos que su pastor era el primero a suscribirse, y el que por su mediación invitaba a todos a la suscripción, a la que no dudaba concurrirán gustosos si tenían presentes los beneficios recibidos de la Señora…S. E. nombró a los tres señorea por comisionados de tan religiosa empresa, aprobado y elogiado el diseño de las andas por el señor Don Diego María del Valle, académico y profesor de la clase de dibujo y adorno de esta ciudad, el cual se ha ofrecido a dirigir espontánea y gratuitamente la obra."

 

De este paso que se ejecutó no volvemos a saber nada hasta que en 1864 la Virgen del Rosario se incorpora al cortejo del Corpus, entendemos que con las citadas andas. Sin embargo, diferentes fuentes bibliográficas no las citan y sin embargo hablan de un estreno en ese Corpus de 1864 de un paso de templete del que hemos encontrado datos de la ejecución que no concuerdan en fecha pero si en su autoría que vamos a intentar aclarar. 

 

Nos situamos entonces en 1883. En los años precedentes, la devoción a la ya Patrona de la ciudad de Cádiz estaba en ebullición. En la festividad de la Rosa, el primer domingo de mayo, después de la función dedicada a la Virgen, procesionaba por las calles adyacentes a Santo Domingo acompañada por los cofrades de la hermandad y numerosos fieles (El Guadalete, 8 de mayo de 1883). 

 

En el Corpus del 12 de Junio de 1884 se estrena un nuevo paso del que ya se da cuenta en la prensa local durante el mes de mayo -se daba por concluido el trabajo-, con detalles que reproducimos por su interés: "Las nuevas andas en que ha de ser conducida en la procesión del Corpus del presente año la Patrona de esta ciudad son obra del  hábil tallista D. Francisco Salgado, sucesor del malogrado Sr. Medina. Miden 5 metros y 27 centímetros; la cúpula está sostenida por cuatro columnas de nuevo estilo griego, asemejándose al del Renacimiento; lucen tallas de verdadero mérito en el cornisamento, y el remate de dicha cúpula figura un ángel también de notable talla, con otros dos que sostienen los atributos de la advocación con que se venera la Stma. Virgen, un rosario y una María. Elegantísimas caídas y pabellones de terciopelo carmesí y franjas y borlones de oro, constituyen el adorno de esta hermosa obra de arte debida a artistas gaditanos; el costo de ella ha sido de 2000 duros, donación de la misma respetable señora que en el año anterior la hizo de un riquísimo manto y escapulario valor de 7000 duros y dedicados a esa Imagen. El dorado de las andas está hecho en el acreditado taller de D. Manuel Ruiz Mendez." (La Palma, 8 de Junio de 1884). Diríamos entonces que este paso, que desgraciadamente se perdería en los sucesos de la noche del 11 al 12 de mayo 1931, excepto las cuatro columnas que aún se conservan, se estrenaba el 12 de junio de 1884, festividad del Corpus Christi, en la procesión de traslado a la seo, y no el 8 de julio de 1864, año en el que recordamos, la Patrona se integraba en el cortejo del Corpus en el que ya estaban los Patronos, pero portada probablemente en otro paso anterior del que poco o nada se sabe.

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