Que el Ayuntamiento de Cádiz reclame la rehabilitación el Molino de Mareas del Río Arillo no es ninguna novedad porque es un asunto que se ha venido repitiendo a lo largo del tiempo, la última vez en noviembre del pasado año 2011. Lo novedoso es que esta reiteración se haga cuando precisamente el Ministerio de Medio Ambiente está ahora mismo controlado por el mismo partido que gobierna en Cádiz, es decir, el PP.

La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, tiene en este proyecto un motivo de desazón. Hace tres años el Ayuntamiento estaba a punto de proceder a la expropiación del Molino de Mareas a su propietaria la Unión Salinera al ser un elemento BIC (Bien de Interés Cultural) y no ser mantenido como es debido para un edificio protegido. Sin embargo, en ese momento el Ministerio de Medio Ambiente le pidió al Ayuntamiento que no llevara a cabo la expropiación porque iba a ser realizada por el ente estatal al aplicar la norma del dominio público marítimo-terrestre. El Ayuntamiento de Cádiz contaba ya entonces con un proyecto de rehabilitación del edificio e incluso barajaba algunas ideas para poner en valor el inmueble y su entorno, para lo cual quería contar con el propio ministerio. Por su parte, Medio Ambiente le contestó que ellos mismo harían el proyecto en solitario.

Después de que pasaran tres años y no hubiera un solo avance, el Ayuntamiento reclamó la rehabilitación del molino, aunque meses antes tuvo que llevar a cabo trabajos urgentes para evitar la entrada de personas al interior así como el apuntalado de toda la estructura ante el precario estado que presentaba.

Teófila Martínez dijo ayer sentirse engañada por el anterior gobierno socialista, a la vez que argumentaba de manera irónica que este nuevo escrito se envía "por si acaso cuando ha tomado posesión los nuevos gestores del Ministerio de Medio Ambiente no aparecía el que se envió hace unos meses".