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Cádiz

El futuro Museo de la Explosión necesitará encontrar una ubicación

  • El proyecto diseñado por el Instituto Español para la Reducción de Desastres valora la posibilidad de Santa Catalina

Si hay alguien que estaba contento con la decisión unánime del pleno municipal el pasado viernes de crear un museo que conmemore la explosión de Cádiz que tuvo lugar en 1947, era José Antonio Aparicio Florido, presidente del Instituto Español para la Reducción de los Desastres.

Esta iniciativa surgió en la cabeza de este investigador gaditano y también del periodista de Diario de Cádiz, José Antonio Hidalgo. El PSOE fue finalmente el que llevó la propuesta a pleno, por lo que Aparicio entregó el proyecto realizado por el IERD al resto de partidos , al igual que antes lo hizo al alcalde José María González.

José Antonio Aparicio está muy satisfecho por esta medida "pero sobre todo por las víctimas" de esta catástrofe y sus familiares.

El proyecto de museo se encuentra con dos problemas principales. El primero de ellos es el económico.

El segundo es el de la ubicación. El ideal y por el que van a luchar en el futuro es que se pusiera en el Instituto Hidrográfico, por ser el lugar en el que ocurrió la explosión.

Sin embargo, si se va a algo más realista, cree que el Castillo de Santa Catalina es el que podría reunir las mejores condiciones para lo que se necesita, ya que se descartó la Casa de Iberoamérica porque desde el Ayuntamiento no se veía con buenos ojos.

El promotor del proyecto afirma que en esta historia participarán otros investigadores de la catástrofe como el propio Hidalgo, José Marchena, Jesús Núnez, Miguel García Díaz, Miguel Ángel López Moreno entre otros, víctimas de la explosión, ADIP y, por supuesto, las administraciones públicas.

Según el proyecto presentado por el IERD, el Museo estaría configurado en cinco áreas temáticas ordenadas de manera cronológica con el objetivo de que el visitante obtenga una ideas clara de cómo era la ciudad tras la Guerra Civil Española, el contexto histórico en el que tuvo lugar la Explosión y la influencia que ésta tuvo en la ciudad en años sucesivos. En este sentido las cuatro primeras serían las siguientes: Cádiz en la posguerra; la base de defensas submarinas; los efectos de la explosión; y la cuarta la destrucción de los Astilleros de Echevarrieta.

La quinta sería la parte más humana dedicada a las víctimas de la catástrofe de 1947, así como para aquellas personas que arriesgaron su vida en las operaciones de rescate.

Entre los objetos que se intentarían exponer, aparte de multitud de fotografías, estarían todos los efectos que pueda ceder la Marina, como torpedos, minas submarinas y cargas de profundidad de carácter histórico, a ser posible de los mismos modelos que los existentes en su día y que saltaron por los aires. En el proyecto se estima que lo interesaría especialmente hallar el chasis de una carga de profundidad WBD alemanas, que fueron las causantes de la explosión. Por ejemplo, en el Museo de la Spezia (Italia) existe un modelo idéntico.

Una de las estrellas sería la maqueta de Cádiz que se hizo para la exposición de 1997 en conmemoración del 50 aniversario de la catástrofe.

La idea del IERD es que este museo no sea algo simplemente para ser visitado sino que se puede convertir también en un centro de investigación. Así, contaría con una sala de lectura e investigación donde se podrían acceder a los documentos, periódicos y revistas que contienen información sobre las catástrofes.

También habría una sala de imagen y sonido donde el visitante podrá ver en proyección continua a los vídeos documentales, imágenes del NODO o sonidos de la época. Entre ellos el documental 'El cielo se puso rojo', elaborado en 1997 por la Diputación Provincial, con la colaboración de Diario de Cádiz y la Asociación de la Prensa de Cádiz.

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