Cádiz

El Museo de la Explosión sigue a la espera de su inauguración oficial

  • Los atentados de Barcelona y Cambrils obligaron a suspender hace un año este acto de la muestra que está en Santa Catalina

Una persona contempla ayer el Museo de la Explosión, en el castillo de Santa Catalina.

Una persona contempla ayer el Museo de la Explosión, en el castillo de Santa Catalina. / joaquín hernández 'kiki'

El próximo sábado se cumplen 71 años de la explosión de Cádiz, un terrible suceso que marcó la vida de la capital gaditana y su posterior futuro en tiempos de la dictadura de Francisco Franco. El polvorín de la Base de Defensas Submarinas, situado en San Severiano, saltó por los aires, provocando la muerte de 150 personas e hiriendo a unas 5.000.

Precisamente, este 18 de agosto se cumple el primer aniversario de la apertura del Museo de la Explosión, un memorial de la tragedia impulsado por el Instituto Español para la Reducción de Desastres (IERD) y su presidente, José Antonio Aparicio, contando entre los ideólogos de este proyecto con el periodista José Antonio Hidalgo. Han pasado 12 meses desde que esta muestra abriera sus puertas en el castillo de Santa Catalina. Sin embargo, el espacio aún no ha sido inaugurado oficialmente. El motivo de que no se realizara este acto fue que el día anterior a su apertura se produjeron los atentados de Barcelona y Cambrils, por lo que se anularon todos los actos institucionales en señal de duelo. "El acto se pospuso y el Ayuntamiento no se ha vuelto a pronunciar", explica José Antonio Aparicio tras lo sucedido hace un año, lo que ha perjudicado a esta exposición por la poca publicidad que ha tenido la muestra para atraer a visitantes.

La exposición incluirá novedades el próximo sábado, día en el que se hará una visita guiada

Con todo, Aparicio espera que este asunto se pueda resolver este próximo sábado dentro de los actos del 71º aniversario de la explosión de Cádiz. Para esa jornada, está prevista una visita guiada a este museo a partir de las 12 horas. Un acto que, indica el presidente del IERD, "esperemos que también sea su inauguración oficial con presencia municipal". El recuerdo a las víctimas se completará con otra visita guiada al Instituto Hidrográfico para un grupo de 80 personas a partir de las 20.30 horas y una ofrenda floral en el monolito que se encuentra en la plaza de San Severiano a las 21.45 horas.

Respecto a la concepción del museo, Aparicio apunta que "no lo hemos hecho para nosotros, sino que lo hemos hecho para que el Ayuntamiento sea el propietario y lo lleve". Incluso, una de las ideas que no abandona es que se traslade al Instituto Hidrográfico. "Hemos tenido una reunión con el nuevo director, Daniel González Aller, y el hombre está muy sensibilizado con el tema de la catástrofe, por lo que estamos hablando de forma seria para que pueda ser trasladado", cuenta el responsable del IERD, que reconoce que hay que solventar los problemas que puedan surgir al ser una instalación militar.

Tras un año de vida, el responsable de este museo es sincero al señalar que "se inauguró a la prisa y corriendo" una vez que el Pleno municipal aprobó por unanimidad que se montara una exposición sobre este suceso y que el Ayuntamiento cedió un espacio en el castillo de Santa Catalina. De hecho, quedan aún varios flecos pendientes para enriquecer la muestra de objetos y fotografías que se puede contemplar.

Así, uno de los asuntos pendientes que puede resolverse en los próximos días es la cesión del mobiliario sobre la explosión que se encuentra en el catálogo de patrimonio de la Diputación. Aparicio destaca que son "piezas muy simbólicas" relacionadas con este suceso, como el mobiliario que se rescató del Sanatorio Madre de Dios y la Casa Cuna o el crucifijo de la Escuela San José que estaba colgado en la única pared de este espacio que no se derrumbó. Si las gestiones con la institución provincial se terminan de cerrar, estos objetos se podrán contemplar en el Museo de la Explosión.

Además de este paso, también se van a introducir novedades que ya se van a poder conocer el sábado. Una de ellas es que toda la información de los objetos que se encuentran en la exposición se ha traducido al inglés, lo que permitirá abrir el campo de visitantes que pueden acudir a la muestra para conocer lo que sucedió el 18 de agosto de 1947.

Asimismo, varios particulares han realizado donaciones para enriquecer el patrimonio de la muestra, como la funda de las gafas de un trabajador de los Astilleros de Echevarrieta que se encontró entre los escombros y que se le entregó a su familia, una plancha de latón de Ana Rodrigo, hija del doctor Pedro Rodrigo Sabalette, que le regaló una amiga el mismo día que Eva Perón visitó Sevilla, o el documento del cambio de guardia para irse de vacaciones solicitado por José Marroquín, un superviviente que tiene 94 años. Marroquín estaba haciendo la mili en la dotación de lanchas rápidas de la Base de Defensas Submarinas y este permiso le permitió salvar su vida.

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