La revolución que el Ayuntamiento ha ideado de la noche a la mañana en el callejero de la ciudad ha tenido eco al otro lado del Atlántico. Desde América llegan las repercusiones de quienes se ven afectados por las decisiones adoptadas entre Adelante Cádiz y el PSOE y que afectan a una treintena de calles. Entre ellas, la de Augusto Conte Lacave, en la Barriada de La Paz, cuyo nombre se pierde en favor de Francisca Larrea.

Medio centenar de descendientes directos de Conte Lacave -hijos, hijas, nietos y nietas, principalmente- se han unido para mostrar su pesar y su disconformidad con la decisión tomada por el gobierno municipal, que con el apoyo del PSOE saldrá adelante este próximo viernes en el Pleno municipal. Incluso la parte familiar que en la actualidad reside en Buenos Aires (Argentina). La familia del que fuera concejal gaditano recuerda que el nombre de esa plaza “fue debatido en Comisión Municipal en diciembre de 1975 y ratificado en 1976, en democracia”, señalando que a raíz de esa decisión “el Ayuntamiento tiene pendiente cumplir con un acuerdo para recordar su figura mediante la colocación de una placa en su memoria en la fachada de la casa donde nació”.

“Nuestro abuelo era un erudito historiador, que contaba con un amplio bagaje de obras y escritos relacionados con la historia local de nuestra ciudad y que logró reunir, a lo largo de su vida, una importantísima biblioteca sobre temas que atañen fundamentalmente a Cádiz” que la Caja de Ahorros de Cádiz adquiriría en 1973 y que hoy se integra en la Biblioteca de Temas Gaditanos.

La familia destaca también el paso de Conte Lacave por la Real Academia Hispano Americana de Artes, Ciencias y Letras, de la que fue secretario general; o como gestor municipal, donde destaca el trabajo en la creación del Museo de las Cortes. “También favoreció a otros ilustres gaditanos, entre los que destacan relevantes escritores como Ramón Solís, Carlos Edmundo de Ory, o Caballero Bonald, a quien apadrinó”, añaden.

Augusto Conte Lacave

Por ello, consideran “sorprendente e injustificado” que el Ayuntamiento “borre de la historia de Cádiz la figura de nuestro abuelo, aún muy presente en la memoria de muchos gaditanos”. Y reclaman que los artífices del pacto del nomenclátor “analicen la posibilidad de modificar el nombre de otras calles que no tienen relevancia para nuestra ciudad por su ausencia de vigencia e interés en relación a la memoria histórica y la relevancia social”. De hecho, llegan a plantear que en lugar de eliminar el nombre de Augusto Conte Lacave se haga con la avenida Ronda de Vigilancia o las calles Suiza, Suecia o Noruega, así como “otras en la Zona Franca o las futuras nuevas calles que surgirán tras la promoción de los depósitos de tabacalera”.