Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

Cádiz

Martillos en las urnas

  • Las peculiares normas internas del Caído establecen que cada cuatro años, los capataces sean elegidos mediante votación de los cargadores

Hay juntas de gobierno que tienen una idea muy clara de quién debe comandar sus pasos y buscan directamente a esa persona (o personas); en otros casos, se opta por abrir una especie de período de licitación en el que la junta recibe diferentes propuestas y elige la que considere más oportuna. Pero en la cofradía del Caído, la decisión sobre los capataces de ambos pasos la tienen, en última instancia, los propios cargadores. La hermandad, que vio nacer a las cuadrillas de hermanos, recoge un peculiar procedimiento de elección de capataces en su reglamento interno. Esta normativa establece que cada vez que toma posesión una nueva junta de gobierno, hay que elegir a los nuevos responsables de las cuadrillas. Y eso ha ocurrido hace tan sólo unas semanas, habiendo convocado ya la junta las elecciones a capataz para el 13 de noviembre.

El procedimiento de elección se reserva al colectivo de hermanos cargadores. Sólo son ellos los que pueden presentar una candidatura para el martillo de alguno de los dos pasos; y sólo son ellos los que votan a los candidatos que existan.

Para el primer paso, la junta de gobierno establece un plazo de presentación de candidaturas, que en el caso actual ha finalizado con una candidatura para cada paso (José Manuel Asencio para el del Señor, repitiendo así en el cargo; y Juan José Muñoz en el segundo, ante la imposibilidad de continuar el anterior por cuestiones personales).

Finalizado este plazo, el reglamento del Caído establece que la junta de gobierno "considerará la aptitud de los candidatos". Y todos aquellos que se consideren "aptos" concurrirán a las elecciones (los dos presentados, de cara el 13 de noviembre).

En esas elecciones, el hermano cargador sólo encontrará una papeleta favorable y otra contraria a la designación del candidato al que tendrán que votar, ya que cada cargador sólo puede pronunciarse sobre el capataz del paso que porta el Martes Santo. El reglamento exige una mayoría absoluta de los votos para que la junta pueda luego ratificar la decisión. Unos votos -conviene reseñar- que la norma permite realizarlo de manera delegada en otro cargador, "ya que tenemos muchos cargadores que no están en Cádiz pero mantienen la actividad con su cuadrilla y no queremos obstaculizar su participación", explica el vicehermano mayor del Caído, Eugenio Ricote.

Si no se obtuviera esa mayoría suficiente, habría que volver a convocar elecciones, con varios escenarios posibles. El primero es que vuelvan a presentarse los mismos u otros candidatos y en esta segunda ocasión sí reciban el respaldo requerido por los cargadores y se conviertan en los nuevos capataces. El segundo es que tampoco reciban una mayoría suficiente. Y el tercero es que no hubiera candidatos que se presentaran. En estos dos últimos casos, sería la junta de gobierno la que nombraría al capataz que estimara oportuno.

Lo que ocurra en esta ocasión se conocerá el próximo día 13 de noviembre, cuando los hermanos cargadores del Caído están llamados en San Francisco, de seis a ocho de la tarde, para decidir en las urnas quiénes serán los capataces de la hermandad el próximo Martes Santo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios