Cádiz

Los Magos de la felicidad

  • La cabalgata de la víspera de Reyes recorre la avenida de Cádiz para el disfrute de niños y mayores · Al término se produjo el discurso en el balcón del Ayuntamiento

Los tres Reyes Magos han hecho bien su trabajo. El rey 'Melchor' González Mazo, 'Gaspar' Roa, y 'Baltasar' Parrado, junto a la 'Estrella' Paúl y el 'Cartero' Palomar, han cubierto con creces las expectativas de todos los niños y mayores gaditanos que durante todo el día de hoy disfrutarán con los familiares y los amigos de los regalos que se han encontrado al despertar. Roscones de Reyes, caramelos, juguetes, unas babuchas nuevas, la Play Station, y un cargamento de muñecas Monster High se intuían entre todos lo regalos que llevaban en sus carrozas y que aún no habían repartido durante su paseo por la principal avenida gaditana.

El cortejo dio comienzo puntualmente a las cinco de la tarde. El año de la crisis (otro más), los avisos por una previsible recesión, la congelación de salarios, la precariedad laboral y los recortes se olvidaron por unos momentos al entrar en este mundo mágico traído de Oriente, como la Primavera revolucionaria. Bueno, se olvidó todo menos los recortes, ya que en un año, y por ahorrar, las carrozas se han reducido en cuatro, de diez que desfilaron en 2011 lo han hecho este año solo seis.

La puesta en marcha cogió de imprevisto a algunos de los carteros de Correos que iban en sus motos de reparto, aún sin arrancar, con todas las cartas de los niños que el Cartero Real lleva recogiendo en la ciudad desde el día 2. Una carroza, la del 'Cartero' Palomar, de la que salían villancicos flamencos y palmas muy bien acompasadas. En uno de los tramos de la avenida, justo antes del Puerta del Mar, coincidió con la cantaora Mariana Cornejo, acompañada de su familia y recogiendo también caramelos para los nietos. Lo más simple, quizá, lo más reclamado, salvando la presencia de los cinco miembros del cortejo real, fueron los burritos, los corderitos y las cabritas y el pasacalles Colores, que con unas grandes pelotas de peluche jugaban con los todos los presentes.

De la carroza del rey Melchor salían a dos manos caramelos a tutiplén. Lo avisó el día anterior el 'rey' González Mazo: "No quiero estar en ningún momento sin caramelos en las manos". Los niños al verlo llegar en su trono le gritaban: ¡Melchor, Melchor! ¡Aquí, aquí! ¡Melchooooooor! Y caramelos que vuelan. La estampa siguiente era algo dramática. Decenas de personas, niños y adultos avalanzándose a recoger de la calzada de la avenida los caramelos aún sin pisar que copaban las bolsas. Una visión sacada de cualquier escena de una película de zombis que reaccionan al olor de la carne fresca y viva. Al más puro estilo Walking Dead.

Más tranquila, desde la terraza de su casa en la avenida a la altura de la iglesia San José, se encontraba con sus padres Helena Galván. Tiene seis años, aunque en pocos meses cumplirá siete y está muy contenta y nerviosa con la llegada de los Reyes Magos. Aunque estos días pasados ha estado mala con varicela, espera el paso de la cabalgata muy bien abrigada. Helena les dice a los Reyes "que vengan rápido", para verlos desfilar y para que le pongan los juguetes que ella misma escribió en la carta y que su madre Arantxa y su padre Ramón han enviado por correo electrónico hasta Oriente, nada menos.

El cortejo comenzaba con cuatro caballos, abriendo camino, y lo cerraba la agrupación musical  Sagrada Cena de Cádiz. En el parte de lesiones se puede contabilizar algunas cabezas con pequeños traumas, conocidos comúnmente como bollos o chichones, a causa de los caramelos y las gargantas de los grupos de villancicos Arrabal de Puntales, Las peladillas, Plazuela y Loreto canta que apenas se les oía e intentaban superar con su voz el sonido que salía de los altavoces las carrozas.

En San Juan de Dios, se concentraban miles de personas para recibir el cortejo. Sobre las ocho de la tarde llegó la última de las carrozas, justo en el momento en el que las nuevas fuentes musicales comenzaban su show diario. Sus majestades  accedieron al Ayuntamiento a los sones de la marcha Cádiz, que dice: ¡Viva Cádiz! Qué vivan los valientes que vienen a ayudar al pueblo gaditano... y los Reyes Magos al balcón.

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