El delegado del Gobierno andaluz en Cádiz, Fernando López Gil, mostró ayer su confianza en que aún "hay margen más que suficiente de maniobra" para aportar la documentación necesaria a Bruselas y demostrar no sólo la viabilidad del proyecto, "que nadie duda", sino de justificar que el dinero que se necesita para la ejecución de esta fundamental obra para el desarrollo del puerto de Cádiz no constituye Ayuda de Estado.

El representante de la Junta de Andalucía en la provincia de Cádiz reconoce que estaba al tanto de toda esta cuestión y que ha visto a Rafael Barra "muy positivo". Tanto el presidente de la entidad portuaria como el delegado del gobierno andaluz, reconocen que la solución a la paralización temporal de las ayudas pasa por "hablar con Madrid", según López Gil. En ese aspecto garantiza, además, que tratará de potenciar la unión entre Sevilla y Madrid para ejercer desde ambas administraciones la presión necesaria para conseguir un final feliz. Aún así recuerda que sería la Consejería y el Ministerio de Fomento los que deberán mediar con Bruselas.

Se da la circunstancia de que López Gil visitó la obra de la nueva terminal poco tiempo después de su nombramiento en el cargo, defendiendo siempre su importancia para el futuro de la Bahía.