Posiblemente ningún invitado a los foros que el Grupo Joly celebra en Cádiz desde hace casi una década ha despertado tanta expectación como la que ayer suscitó la presidenta del Congreso, Ana Pastor. Hubo incluso rumores de que, ante la deriva de los acontecimientos en Cataluña, era posible que se suspendiera el acto, pero en ningún momento Pastor quiso posponerlo porque sabía muy bien lo que quería mostrar en Cádiz, que no era otra cosa que regresar al origen.

Lo hizo recordando su primer encuentro con Cádiz, cuando tenía doce años y vino con su madre de vacaciones. Afirma que esa primera visita la cautivó. Luego recordó cuando, siendo ministra de Fomento, se subió con la entonces alcaldesa, Teófila Martínez, a un precario ascensor en un día de levante enfurecido para observar cómo iban las obras del puente de la Constitución de 1812. Pero fue la de ayer, confesó, su visita más determinante a Cádiz, porque acudía al Oratorio donde se habían celebrado las sesiones de las Cortes de Cádiz, y ella venía a Cádiz a hablar de constitucionalismo y de legalidad. Al tiempo, posteriormente, una vez finalizaba el acto, siempre acompañada de su amiga Teófila Martínez haciéndole de cicerone, admitía que "me encanta venir a Cádiz porque aquí siempre me tratan estupendamente y es un pequeño descanso en medio de tanta crispación".

En el cóctel en el Casino Gaditano que siguió al Foro, Ana Pastor pudo departir con representantes muy significados de la sociedad gaditana tanto en el campo económico, cultural como social. Con el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Cádiz, Luis García Ruiz, pudo intercambiar algunos aspectos de su discurso.

En todas las conversaciones, no podía ser de otra manera, planeó el problema de Cataluña, al igual que este asunto se ha convertido en casi monotemático en toda la geografía nacional. Pastor en ningún momento abandonó su tono de mesura, asumiendo su papel institucional de árbitro de todas las fuerzas políticas, incluidas aquellas que, como dijo, se encuentran en el polo opuesto de su pensamiento.

El delegado del Gobierno, Antonio Sanz, el delegado de la Zona Franca, José Pozuelo, el general de la Guardia Civil, Manuel Contreras, y, entre otras personalidades, el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, estuvieron entre los asistentes.