El alcalde de Cádiz, José María González, envió ayer una carta a José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, para ofrecer la ciudad de Cádiz como lugar en el que acoger a las refugiadas afganas (mujeres, niñas y niños también) que huyan del país como consecuencia del nuevo ascenso al poder de los talibanes y el peligro que sus políticas y acciones suponen para la mujer.

“Le remito esta carta –dice Kichi en su misiva – entendiendo la necesidad de que el Gobierno de España articule corredores seguros para que esas mujeres, niños y niñas puedan llegar al país y a las ciudades que, como Cádiz, se pongan a disposición como refugio seguro. En ese sentido, pido encarecidamente que se afane en las gestiones para que esta propuesta pueda convertirse en una realidad, ya que estamos hablando de personas en una situación vital límite. Se trata de una medida urgente que requiere de diplomacia internacional, de recursos y, sobre todo, de empatía y solidaridad”.

Antes, el alcalde gaditano justifica su ofrecimiento, más allá de las competencias meramente locales: “Como Alcalde de Cádiz, entendiendo que nuestra labor en el municipalismo no acaba cuando termina nuestra localidad, sino que tenemos un papel internacional y global en la búsqueda de una sociedad más justa y comprometida con los derechos humanos, ofrezco nuestra ciudad como refugio seguro para acoger a mujeres, niñas y niños afganos que huyan de su país buscando un presente y un futuro de libertad, lejos de la opresión machista que dicta el fundamentalismo religioso imperante a partir de ahora en Afganistán”.

Aprovecha también Kichi en su carta al ministro, en un ofrecimiento que ya anunció el pasado martes a la opinión pública, para romper una lanza contra la xenofobia, la desigualdad y el racismo: “Hay que lanzar un mensaje claro y nítido en un momento de auge de los discurso xenófobos y de la extrema derecha con planteamientos abiertamente insolidarios, deshumanizados y racistas: que contra la barbarie, solidaridad; que contra las injusticias, compromiso social; y que contra el miedo, cobijo y comunidad desde un prisma humanitario. Para eso, una vez más, aquí está Cádiz. Somos una tierra castigada por el paro y el desempleo al que nos siguen sometiendo, pero al mismo tiempo somos una tierra hospitalaria, abierta, inclusiva y solidaria”.