El tranvía que circulará por el segundo puente sobre la Bahía podría conectar con la estación ferroviaria de Plaza de Sevilla atravesando el barrio de Astilleros. En concreto, los técnicos de la Junta de Andalucía estudian actualmente la viabilidad de que las vías del tren, una vez en el extremo de la capital, se desvíen por detrás del barrio de Astilleros -por el lateral próximo al futuro parque del mismo nombre-, discurran por detrás del nuevo Parque de Bomberos, crucen la carretera industrial y, por último, conecten con la estación de tren de Plaza de Sevilla.

Es una de las posibilidades analizadas por el equipo técnico de la Junta de Andalucía que, una vez confirmado el paso del tranvía por el nuevo puente, debe acoplar este nuevo medio de transporte al proyecto del puente y, evidentemente, a la ciudad.

Y es ahora, cuando se cumple un año desde que comenzaron las obras del puente La Pepa, cuando la solución para hacer posible el paso del tranvía por el puente comienza a confeccionarse. La posibilidad de conectar las vías del tren con Plaza de Sevilla a través del barrio de Astilleros es hasta el momento la opción que más interés despierta en la Junta. Sólo la nueva terminal de contenedores en el muelle de Levante del puerto de Cádiz que proyecta la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz podría plantear algún obstáculo.

Además de la conexión con la estación central de trenes, que corresponde a la Junta de Andalucía, el Ministerio de Fomento estudia por su parte la ubicación definitiva de las vías del tren. Después de contemplar la posibilidad de que éstas cruzaran el puente por el centro o por ambos laterales, técnicamente se apunta a que las vías discurrirán por uno de los laterales de la plataforma, en concreto el más próximo al barrio de Astilleros. Este trazado, junto al posible desvío por el barrio, evitaría que el tranvía interfiriera en el tráfico de la glorieta de Astilleros, en el extremo de la capital.

Una glorieta que desde que la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, presentara el proyecto hace ahora dos años, ha generado cierta polémica en la ciudad. El Ayuntamiento de Cádiz, tras conocer la intención de Fomento de construir un paso inferior bajo la rotonda para conectar la avenida de la Bahía con la de Las Cortes y así aliviar el tráfico que genere la desembocadura del puente, hizo público su rechazo a dicha actuación. Aun así, según Fomento el Ayuntamiento no ha realizado ninguna alegación sobre este asunto.

Según fuentes del Ministerio de Fomento, un año después del inicio de las obras el proyecto del puente "se encuentra ejecutado al 15 por ciento", un trabajo que se ha concentrado "en todas las cimentaciones de las pilas en tierra y los viaductos del Río San Pedro". En concreto, los técnicos de Dragados, la empresa constructora responsable de las obras, ha finalizado ya la fase inicial de la construcción del estribo y primera pila del puente, que corresponde al pilotaje. Como ambas estructuras se levantarán en tierra, fue necesaria la construcción de una península.

En el extremo de Puerto Real, en el Muelle de la Cabezuela, los trabajos van algo más adelantados. En concreto, en la pila 13 -una de las dos grandes torres atirantadas, la que se levantará en tierra-, ya se están hormigonando los 56 pilotes que servirán de base para ponerla en pie. Casi al mismo ritmo transcurren los trabajos en el resto de pilas puertorrealeñas. Por su parte, el último tramo de la infraestructura, que conectará el puente con la CA-35, exige una remodelación total del nudo del Río San Pedro. También en este punto han comenzado los trabajos y, según fuentes de la obra, los grandes terraplenes que existen actualmente no serán los definitivos, "son cargas para asentar el terreno". Por su parte, Dragados ha comprado una gran pontona, de 91 metros de eslora, que se unirá próximamente a los trabajos marítimos.