Los tres chiringuitos que aún se encuentran montados en la playa de la Victoria mantienen todavía hoy la incertidumbre de saber si podrán permanecer abiertos durante el invierno, a la espera de que el Ayuntamiento de Cádiz tome una decisión definitiva. 

Ayer finalizó el periodo de apertura marcado por el pliego de condiciones, con el 30 de noviembre como límite máximo, sin conocerse oficialmente ninguna resolución al respecto tras abrirse la posibilidad de su permanencia. En Cádiz capital, siguiendo la estela de otras poblaciones de la provincia que sí han obtenido el visto bueno municipal, los chiringuitos Potito, Potito Beach y Malibú solicitaron a la Delegación de Medio Ambiente del Ayuntamiento poder abrir durante diciembre, enero y febrero. Para ello, se les solicitó, a petición de la Delegación Territorial de Medio Ambiente de la Junta, un estudio sobre la dinámica del litoral. Los resultados fueron positivos, sin embargo, el Consistorio se negó a la apertura al considerar que se podía perjudicar a las empresas que participaron o no concurrieron en el concurso. 

A partir de ahí, peticiones de los empresarios al Ayuntamiento para que reconsidere su postura y una propuesta de Horeca para realizar una adenda al pliego de condiciones para ampliar el periodo de apertura, al señalar que éste se elaboró antes del cambio de la normativa y que el plazo de concesión era demasiado largo. 

Actualmente, el Consistorio está estudiando si es viable jurídicamente esta propuesta, para lo que no ha dado ni una respuesta positiva ni negativa. Sobre la mesa está la posibilidad de conceder una prórroga de 15 días a los tres chiringuitos mientras que se termina de dictaminar este asunto, para lo que debe haber noticias hoy en un sentido o en el otro. 

En la tarde de ayer, Juan de Dios Álvarez, socio del Malibú, comentó que, ante un chiringuito lleno por el buen tiempo, "todo el mundo me está preguntando por lo que va a pasar y no sé qué decirle a la gente. Mañana -por hoy- espero que el Ayuntamiento me lo comunique, ya que he solicitado quedarme o dejar el chiringuito en la playa sin actividad". 

Por este motivo, Álvarez aseguró que "el impasse está siendo tremendo. Sé que tengo que cerrar el 30 de noviembre, pero por lo menos tienen que responderme. Entiendo que mañana -por hoy- tendré una contestación oficial. Aquí -en el chiringuito- tendré a gente vigilando y sobre la marcha iré viendo cómo va el tema".