Durante el ejercicio de 2013, la Iglesia diocesana ingresó un total de 10.676.882,73 euros, con los cuales ha tenido que hacer frente a unos gastos ligeramente superiores (de 10.937.590,25 euros, en concreto). Es decir, que como ya ocurriera en el año 2012, se gasta más de lo que se recibe. Esto viene provocado principalmente porque los cepillos de los templos mantienen la preocupante tendencia de los últimos años, con la caída de las aportaciones voluntarias que realizan los fieles. En concreto, en el último año se produjo un descenso de alrededor de 300.000 euros en los ingresos recibidos a través de estas aportaciones, manteniéndose así la tendencia a la baja en este concepto.

Unido a esto, conviene señalar que estas aportaciones junto con la asignación tributaria alcanzan nada menos que el 63,67% del total de los beneficios que percibe la Iglesia de Cádiz y Ceuta. Por tanto, una merma en uno de estos apartados supone un serio varapalo económico para la diócesis, que prácticamente ha recibido la misma cuantía que el pasado año por la asignación tributaria (apenas 90.000 euros más).

La noticia más positiva en el capítulo de ingresos es el notable aumento en el capítulo de Otros Ingresos Corrientes, que incluye los servicios prestados por la diócesis, las subvenciones públicas que se hayan podido recibir o la aportación de instituciones diocesanas. Hasta los 2.038.046,44 euros se han ingresado en 2013, frente a los 1.358.407 euros del ejercicio anterior.

En el lado contrario, se situaría el fuerte descenso de la partida de ingresos extraordinarios (donde se incluyen las partidas derivadas de la enajenación de patrimonio o los préstamos bancarios), que roza el 98%. Apenas 21.913,78 euros se percibieron el pasado año, cuando en 2012 llegaron a recibirse por este concepto 839.350 euros.

Ante esta realidad económica, la viabilidad del Obispado pasa por seguir con una fuerte restricción en el gasto, manteniendo también la línea de estos últimos años donde la situación de crisis está afectando gravemente a la Iglesia gaditana.

En el balance del ejercicio 2013 que acaba de publicar el Obispado, se aprecia una contención en casi todos los capítulos de gastos con respecto al año 2012. Dos son las partidas que han experimentado un aumento en comparación con el anterior ejercicio. La primera es la destinada a acciones pastorales y asistenciales, donde la Iglesia invirtió 3.389.600,10 euros el pasado año, lo que equivale al 31% del total de los gastos. El otro gasto que aumentó en 2013 es el de la retribución del personal seglar, las 37 personas a las que da trabajo el Obispado y que implicaron un desembolso total de 1.744.763,82 euros (lo que supone un incremento del 36,58% con respecto a 2012).

Frente a estos dos gastos que han incrementado en los últimos doce meses, el resto de partidas que atiende el Obispado fueron reducidas el pasado ejercicio. Y si se atiende al volumen de los desembolsos, junto a las acciones pastorales y asistenciales, la mayor partida (que supone otro tercio de los gastos del año) es la destinada a la conservación de edificios y su funcionamiento. 3.639.207,27 euros se emplearon en este capítulo de reparaciones y conservación de templos parroquiales y de edificios pastorales, lo que supone el 33,27% del total de gastos de 2013 pero que, al mismo tiempo, experimenta un ahorro de casi 150.000 euros con respecto al año 2012.

También ha conseguido un ahorro el Obispado en el coste de la retribución del clero, contabilizado a 31 de diciembre de 2013 en 152 sacerdotes. En concreto, se ha ahorrado un 17% con respecto al año anterior, destinándose 1.856.359,51 euros para este capítulo.

Pero el apartado donde más se ha disminuido el gasto con respecto al año anterior es el de gastos extraordinarios, que apenas han supuesto 74.143,59 euros en el último ejercicio (casi un millón de euros menos que en 2012).

Con estos datos, el resultado final es que el Obispado gastó en 2013 un total de 10.937.590,25 euros; una cantidad que aunque suponía casi medio millón de euros menos que en 2012 no pudo afrontarse con los ingresos recibidos a lo largo de ese ejercicio. Por tanto, el cierre económico del último año se hace con una necesidad de financiación por parte del Obispado de 260.707,52 euros (un 2,38% del total de gastos).