El Partido Popular en la provincia de Cádiz ha realizado en la mañana de este martes una ofrenda floral en el Monumento de Las Cortes de 1812 en la plaza de España en memoria de Miguel Ángel Blanco, el concejal del PP en Ermua (Vizcaya) asesinado por la banda terrorista ETA hace 24 años tras dar un ultimátum de 48 horas con una serie de condiciones.

El acto de los populares, que ha contado con la presencia de su vicesecretario andaluz, Toni Martín, se ha convertido también en una reivindicación local para que se le ponga una calle a Miguel Ángel Blanco en la ciudad de Cádiz, después de que el pleno del Ayuntamiento en junio de 2017 así lo aprobara.

En las lecturas de los manifiestos, el líder del Grupo Municipal, Juancho Ortiz, ha dejado constancia de ello y, además, ha criticado la presencia en los cursos de verano de la Universidad de Cádiz, que están pagados por el Ayuntamiento, la presencia de un miembro de Bildu "para hablar de víctimas, de democracia y de justicia". 

Ortiz ha lamentado que después de cuatro años no se le haya puesto una calle a Miguel Ángel Blanco "mientras que hoy por desgracia los gaditanos tenemos que contemplar cómo el alcalde de la ciudad trae a los de Bildu a darnos lecciones de democracia, mientras que él se dedica a silenciar la memoria de Miguel Ángel Blanco en contra de lo decidido por el pleno, a perseguir de gaditanos ilustres que sí trabajaron por la concordia de este país. Créanme que Cádiz es más que eso y sobrevivirá al sectarismo que hoy gobierna desde San Juan de Dios y abrazará de nuevo la libertad, abrazará de nuevo la tolerancia y el respeto por la vida que encarnó ese espíritu de Ermua".

Previamente, Mercedes Colombo, presidenta del PP local; Bruno García, presidente el PP provincial; y Toni Martín, han leído una manifiesto, una carta abierta a los ciudadanos realizado por la Fundación Miguel Ángel Blanco por el 24 aniversario de su muerte.

En el mismo se decía que "Ermua fue un ejemplo de comportamiento social ante el terrorismo, un referente moral de compromiso por la democracia y la libertad que la banda llevaba treinta años intentando aniquilar".

Creen que de aquello "nació un nuevo compromiso social en la lucha contra ETA y la mejor estrategia para derrotar a la banda que se basaba en la centralidad de las víctimas, la exigencia de la aplicación de la ley, la unidad en torno a los principios constitucionales y el aislamiento de los terroristas y sus apoyos".En el manifiesto también hay una serie de exigencias, como la que se hace a los poderes públicos "para que cesen los homenajes a terroristas, anomalía de la Europa democrática".

También se le exige al Gobierno español actual y al que venga en el futuro "que se cumplan las condenas de los terroristas juzgados y que dé prioridad al derecho a la verdad y a la justicia de cientos de casos sin resolver".

Por último, piden a Bildu/Sortu "que reprueben claramente el terrorismo, que condenen el asesinato de Miguel Ángel Blanco y todos los demás. Hemos conseguido acabar con la bomba, el tiro en la nuca, el secuestro, pero no hemos conseguido acabar con la legitimación social y política del terrorismo".