El relevo en el palio del Perdón no ha sido solo en la capatacía. Después de que hace unos meses la junta de gobierno nombrara un nuevo capataz (Francisco García Palos), un grupo de hermanos que venían portando a la Virgen del Rosario no podrá seguir cumpliendo esa función en la Madrugada del Viernes Santo. El nuevo capataz les ha comunicado que no cuenta con ellos, una decisión sobre la que la junta de gobierno no va a interferir y que estos cargadores no quieren aceptar.

En concreto, 16 son los hermanos que se han visto envueltos en esta situación. Según indican ellos mismos, llevan portando el paso de palio entre 6 y 27 años, dependiendo de los casos. Y tras lo ocurrido ahora, aseguran que no se van a quedar de brazos cruzados.

Estos cargadores explican que cuando se nombró al nuevo capataz, se les dijo que entre las "condiciones" que éste había aceptado estaba la de contar con los hermanos que portaban a la Virgen. Efectivamente, García Palos los convocó a una reunión "en la que ya vimos que no iban a contar con nosotros", según cuenta uno de esos hermanos cargadores, Javier Vela.

Fue entonces cuando este grupo se dirigió a la junta de gobierno, aunque las conversaciones quedaron paralizadas porque en esos momentos se produjo la dimisión de Francisco Gallardo como hermano mayor y hubo que esperar hasta que se adoptara la decisión, que fue la de que Ricardo Díaz tomara el relevo.

Finalmente, hace unos días mantuvieron ese encuentro con parte de la junta. "Queríamos explicaciones", afirma otro de los afectados, Francisco Fierro. Pero esta reunión no dio los frutos esperados por los cargadores, que exigían a la junta que se les respetara su hueco en la cuadrilla de la Virgen del Rosario en Sus Misterios Dolorosos. "Yo creo que no quieren hermanos debajo del paso", entiende Javier.

Estos 16 hermanos no compreden la situación. "Algunos hemos salido con Pedro Ramos, Paco Pizano, Goliath, Juan de Dios Santana, Juan Manuel Manzano y Manolo García Requejo; y nunca habíamos tenido problemas, siendo cada capataz de una forma y estilo diferentes", comenta Francisco Fierro. "Nos sentimos engañados, somos simplemente un grupo de hermanos, ni cuadrilla ni nada; somos gente que la mayoría sólo cargamos nuestra titular", lamenta Javier Vela.

Ahora, estos cargadores plantean convocar un cabildo extraordinario "para hacerle ver a la junta que se ha equivocado y exigirle que rectifique". Para ello, tienen previsto iniciar una recogida de firmas entre los hermanos "para unir fuerzas y decidir en un cabildo que los hermanos no quieren a este capataz", explican.

En este sentido, la normativa diocesana de hermandades establece que se celebrará cabildo extraordinario "cuando lo soliciten por escrito dirigido al hermano mayor el 15% del número total de hermanos con derecho a voto" (en el artículo 40.3 de esa norma), precisándose también que si llega a celebrarse el cabildo deben acudir a la convocatoria "al menos el 75% de los solicitantes del mismo".